Cáncer de testículo es uno de los cánceres que atacan a más jóvenes y el gran problema es que no tiene síntomas.
Por esta razón Dagoberto Molina, nuestro Urólogo de cabecera, nos va a explicar todo lo que tenemos que saber sobre esto y cómo darnos cuenta de que pasa esta enfermedad.
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¿Qué es y por qué importa hablar sobre el cáncer de testículo?
El cáncer de testículo es un crecimiento anormal de células dentro del testículo. Es el cáncer más común en hombres de 15 a 35 años. Pero también: es uno de los cánceres con mejor pronóstico si se detecta a tiempo, con tasas de curación superiores al 95%.
Es un cáncer traicionero porque muchas veces NO duele, no da síntomas fuertes y progresa rápido si no se atiende.
¿Por qué es peligroso?
La mayoría de los hombres no nota nada hasta que el tumor ya creció y es que los síntomas son casi inexistentes. Las señales suelen ser:
- Un bulto duro en un testículo, casi siempre indoloro.
- Cambio de tamaño: se agranda, se siente más pesado.
- Sensación de “abultamiento” o endurecimiento.
- Dolor leve o “tirón” en la ingle (menos común).
- Acumulación de líquido repentino en el escroto.
Y algo clave:
- El dolor casi nunca está presente.
- Ese es el gran problema: si no duele, los hombres no consultan.
¿Cómo darte cuenta? Autoexploración testicular
La autoexploración es importante y se debe de hacer después de bañarte, cuando el escroto está relajado, usa las dos manos, con los dedos índice y medio debajo y el pulgar arriba.
Rueda suavemente cada testículo —debe sentirse liso y sin bultos. Identifica el epidídimo, un tubito blando detrás del testículo (¡no es un tumor!). Ahí también busca: Bultos duros, zonas firmes o crecimientos, cambios de tamaño entre uno y otro
¿Cada cuánto se hace? Una vez al mes. Igual que las mujeres con el pecho.
¿Desde qué edad?
- Se recomienda iniciar la autoexploración desde los 15 años.
- Aunque es más frecuente entre 20 y 40, la vigilancia debe empezar desde la adolescencia.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
- Haber tenido criptorquidia (testículo que no bajó al nacer)
- Historial familiar
- Antecedente personal de cáncer testicular (puede volver en el otro testículo)
Tipos de cáncer de testículo
Se dividen en dos grandes grupos:
1) Seminomas
- Más comunes en hombres de 25–45 años.
- Crecen más lento.
- Son muy sensibles a la radioterapia y quimioterapia.
- Tienen mejor pronóstico.
2) No seminomas
- Incluyen carcinoma embrionario, teratoma, coriocarcinoma y tumor del saco vitelino.
- Afectan más a hombres de 15–35 años.
- Crecen más rápido.
- Son más agresivos y pueden diseminarse pronto.
- El más común: el seminoma clásico.
- El más peligroso: El coriocarcinoma, porque hace metástasis rápido, especialmente a pulmones y cerebro.
Diagnóstico: ¿qué estudios se hacen?
1) Ultrasonido testicular
- Rápido, indoloro, barato y súper preciso.
- Permite diferenciar un quiste benigno de un tumor.
2) Marcadores tumorales en sangre
- Sirven para diagnóstico y seguimiento:
- AFP (alfa-fetoproteína)
- hCG
- LDH
3) Tomografía o resonancia
- Para saber si hay metástasis a ganglios, pulmones o abdomen.
¿Cuáles son los tratamientos?
El tratamiento depende del tipo, pero en todos los casos empieza igual:
1) Orquiectomía radical
- Es decir, cirugía para retirar el testículo afectado.
- Se hace por la ingle y NO afecta la vida sexual ni la eyaculación.
- Muchos pacientes temen esto, pero es importante aclarar:
- El pene queda intacto.
- La testosterona se mantiene porque el otro testículo compensa.
- La fertilidad suele mantenerse, y si no, hay opción de banco de semen previo.
2) Quimioterapia
- Para tumores agresivos o avanzados.
- Muy efectiva en cáncer testicular.
3) Radioterapia
- Principalmente para seminomas.
4) Cirugía de ganglios linfáticos
- Cuando quedan focos persistentes en abdomen o tórax.
¿Tiene cura?
- Sí. Es uno de los cánceres con mejores tasas de supervivencia:
- Etapa temprana: más del 98% sobreviven.
- Incluso con metástasis: 70–80% pueden curarse con quimio intensiva.
- El pronóstico depende de buscar ayuda a tiempo.
¿Cuál es el seguimiento después del tratamiento?
Durante los primeros 5 años se hace:
- Marcadores tumorales cada 3–6 meses
- Tomografías periódicas
- Revisión física
- Autoexploración del testículo restante
- Aún cuando el paciente ya esté “curado”, el seguimiento es clave porque puede reaparecer.
En conclusión
- El cáncer de testículo no duele.
- La mayoría de los casos se detectan por casualidad.
- La autoexploración mensual salva vidas.
- El diagnóstico temprano es la diferencia entre una cirugía sencilla…y tratamientos complicados.
- Y todavía más importante: afecta a hombres jóvenes, incluso sanos, deportistas y sin factores de riesgo.
Especialista:
Dagoberto Molina. Urólogo, miembro del Colegio Nacional Mexicano de Urología. Jefe de Urología del Hospital ABC. TW: @dr_molinapolo // IG: @drmolinapolo // T. 55 5515-7330 / 55 2614 – 4899 // Web: www.drmolinapolo.com