¿Piensan que su trabajo es su vida o sus logros los hacen mejores personas? Chance y tienen culto al logro. Descúbranlo con este test de Rebeca Muñoz, Mind Coach.
¿Alguna vez has sentido que si no estás logrando algo muy importante, no es suficiente? ¿Que descansar te hace sentir culpable? ¿Que debes tener éxito para realmente SER alguien en la sociedad y aportar valor o que te respeten o incluso… para sentirte vivo y visto? ¿En ocasiones te exiges tanto que puedes llevarte a ti mismo a la auto explotación?
Estas son algunas señales de que pudieras estar comenzando a tener el culto al logro y no lo estás notando, podrías estar cayendo en un espiral sin fondo.
Test: ¿Tienes culto al logro?
Responde con sinceridad a cada pregunta. Escala:
- 0 = Nunca
- 1 = A veces
- 2 = Frecuentemente
- 3 = Casi siempre / Siempre
Suma todos los puntos al final
Preguntas:
- Me cuesta descansar o disfrutar si no he “hecho lo suficiente”.
- Me siento mal conmigo mismo cuando no logro lo que me propongo
- Me impongo auto castigos por no haber logrado lo que me había propuesto
- Disfruto mucho que otros reconozcan mis logros, me hace sentir muy bien.
- Me reconozco como una persona competitiva incluso en situaciones cotidianas.
- El fracaso me genera vergüenza o coraje.
- Me cuesta disfrutar actividades si no tienen un objetivo productivo.
- Siento que si no hago cosas importantes, no valen la pena.
- Me cuesta celebrar mis logros, siempre siento que “falta algo más”.
- Dedico tanto tiempo a lograr cosas que a veces descuido a las personas que amo.
- Me esfuerzo por mostrar siempre una imagen fuerte, capaz y exitosa.
Los resultados
0–9 puntos: LIBERTAD SALUDABLE DEL LOGRO
Tienes una relación sana con el éxito. Te esfuerzas, pero no te defines por lo que logras. Reconoces tu valor más allá del rendimiento.
Consejo: Sigue conectando con lo que disfrutas y con lo que te hace sentir pleno, no solo productivo.
10–19 puntos: ZONA DE RIESGO
Estás cayendo en patrones de autoexigencia o validación externa. Aunque logras cosas, puedes sentir insatisfacción constante o dificultad para parar.
Consejo: Comienza a observar cuándo haces las cosas por deseo genuino… y cuándo por miedo a no ser suficiente. Cultiva espacios sin metas, solo por placer y conexión contigo.
20–30 puntos: ATRAPADO EN EL CULTO AL LOGRO
Tu autoestima está fuertemente ligada a tus resultados. El descanso, el error y la vulnerabilidad te generan ansiedad. Puedes estar sacrificando tu bienestar y relaciones importantes.
Consejo: Es hora de soltar la idea de que tu valor depende de lo que haces. Busca apoyo emocional o psicológico si lo necesitas. Comienza con prácticas pequeñas de autocuidado sin juicio y reescribe tu definición de éxito desde la autenticidad.
También pueden leer: Sáquenle provecho al Día del trabajo (Hacks para tener una power career)
¿Qué es lo que está detrás de esa conducta?
Los patrones sociales, en muchas ocasiones condicionan el valor de una persona a su productividad, logros y perfección. Esta mentalidad, profundamente arraigada desde la infancia por la familia, la educación y la sociedad, nos lleva a creer que ser útiles o exitosos es lo que nos da derecho a existir o ser amados.
El enfoque al logro genera ansiedad, depresión y una autocrítica constante. Muchas personas se sienten atrapadas en una lucha irracional.
Creencias respecto al culto del logro
Logro: En términos simples, es la obtención de un objetivo, el resultado de un esfuerzo. El logro puede ser externo —como una promoción laboral— o interno —como superar un miedo o sanar una relación.
Éxito: Aquí es diferente, pues no hay UNA definición, pues es totalmente subjetiva. El éxito, aunque debería ser personal y subjetivo, se ha convertido en un estándar social.
Para muchos, éxito es tener dinero, una buena imagen, reconocimiento, estatus, títulos académicos, pertenencias. El verdadero éxito, podríamos decir, es vivir alineado con tus valores, con paz interna y sin traicionar quién eres. Es alcanzar metas, sí, pero sin romperte por dentro.
Esa idea socialmente aceptada de que valemos si hacemos, si producimos, si destacamos, si tienes “X” número de likes, si te muestras al mundo como alguien que puede conseguir los estándares sociales aceptados o fama.
No dejen de leer: No me valoran en mi trabajo ¿qué hago?
9 conductas que ponen en evidencia el culto al logro
Autovaloración condicionada al rendimiento. Sentirse “bueno” o “suficiente” si logras resultados. Desvalorizarse o sentir fracaso personal ante cualquier error o bajo rendimiento.
Dificultad para descansar o disfrutar sin culpa. Experimenta ansiedad o incomodidad al descansar o hacer actividades lúdicas que no produzcan resultados tangibles. Se siente “flojo”, “inútil” o “culpable” por no estar siendo productivo.
Comparación constante con los logros de otros. Se mide a sí mismo por estándares externos (estatus, ingresos, títulos). Vive en competencia tácita, incluso con amigos o familiares.
Miedo desproporcionado al fracaso. Evita riesgos o nuevos proyectos si no puede garantizarlos como “exitosos”.
Necesidad constante de reconocimiento externo. Depende del elogio o aprobación de otros para sentirse valioso. Se siente invisible o poco importante si no es admirado por sus logros.
Autoexigencia extrema y perfeccionismo. Se impone estándares inalcanzables y se castiga severamente si no los cumple. Tiene dificultad para reconocer sus logros; siempre siente que “falta algo”.
Relaciones afectivas descuidadas en favor del rendimiento. Prioriza trabajo o metas personales por encima de vínculos significativos. Justifica su ausencia emocional con la idea de que “lo hace por los demás».
Incapacidad para disfrutar el proceso. Se enfoca exclusivamente en metas o resultados. Disfrutar sin una finalidad productiva le parece una pérdida de tiempo.
Baja tolerancia a la vulnerabilidad. No se permite mostrarse en duda, en descanso o en emociones como miedo o tristeza. Cree que mostrarse débil o “insuficiente” resta valor personal.
No dejen de leer: Decretos para que te vaya bien en tu trabajo
¿Qué podemos hacer?
Observación sin juicio (IE) Una salida comienza por desactivar la necesidad compulsiva de juzgar: dejar de evaluar continuamente lo que hacemos o lo que somos como “bueno” o “malo”. Aprender observar sin etiquetar (sin juicio de valor) es un primer paso poderoso hacia la libertad emocional y una autoestima sana, basada en el valor intrínseco de ser, no en el de hacer menos del tener.
10 sugerencias para liberarte del culto al logo
- Redefine el éxito en tus propios términos
- Sé consciente de la autoexigencia, para cuando te des cuenta que estás sacrificando algo valioso, como por ejemplo tiempo con tus seres queridos o tu propia salud.
- Fortalece vínculos más allá del logro:Rodéate de personas que te valoren por ser, no por hacer.
- Haz actividades sin resultado esperado: Pinta, juega, baila, escribe sin propósito ni perfección. Hazlo solo por el placer de experimentar. Esto reentrena tu cerebro para disfrutar sin producción.
- Observa sin juzgar (controla al juez interno): Solo míralos pasar. Este hábito debilita el juicio interno.
- Sé consciente de tu diálogo interno: Cada vez que pienses “no soy suficiente”, pregúntate ¿es cierto o es una vieja programación?
- Permítete fallar en cosas pequeñas, entiende el error como aprendizaje
- Elabora un listado de cosas desde tu “ser” por qué te consideras valioso, más allá de títulos, experiencias o pertenencias, que valor te reconoces.
Elige una o dos opciones, sosténlas con constancia, empezarás a generar una conciencia y autogobierno para poder tener un enfoque al logro sano, propositivo y productivo, sin toxicidad emocional.
Rebeca Muñoz. Mind Coach. Autora del libro “Elige Positivo” y “Las ocho leyes de la inteligencia emocional”. Actualmente es Directora de Programas de Habilidades Humanas en Formación Ejecutiva Empresarial.
Sitio: rebecamc.com / TW: @McoachR / IG: @rebecamunozcornejo / YouTube: RebecaMC / Spotify: Resetea tus límites: Una producción de Martha Debayle Podcast / Tel: 442-489-45-34 / Mail: lsilva@formaejecutiva.com / sarroyo@formaejecutiva.com