¿Les ha pasado que se pierden algo y les da coraje? ¿sienten alivio cuando les cancelan algo? Pues esos son los momentos emocionales que podemos vivir todos los días.
Aquí una lista completa de los momentos emocionales que nos pueden hundir o liberar si es que nos pasan en situaciones sociales o de trabajo, tomen nota.
¿Qué son los momentos emocionales?
Un “momento emocional” es ese punto exacto en el que algo externo —una noticia, una comparación, una oportunidad, una ausencia, una expectativa— choca con lo que tú sientes por dentro y detona una reacción inmediata: miedo, ansiedad, impulso, duda, alivio, curiosidad. Son micro-eventos psicológicos, pero pesan como si fueran decisiones de vida. Son breves, pero tienen filo. Aparecen cuando:
- El cerebro interpreta una posible pérdida (quedar fuera, no enterarte, no decidir).
- Detecta un riesgo social, aunque sea mínimo.
- O siente una ruptura entre lo que quieres hacer y lo que deberías hacer, según tu mente.
En la práctica, un momento emocional es ese “ay, ¿y si…?” que te atraviesa antes de tomar una decisión o reaccionar a algo. Ese instante donde tu sistema nervioso dice: “esto importa”. Aunque racionalmente sea una tontería, biológicamente no lo es.
En términos sencillos, todos estos fenómenos son variaciones del mismo mecanismo: nuestro sistema nervioso está diseñado para detectar riesgos sociales con la misma intensidad con la que antes detectaba depredadores.
El cerebro evalúa pertenencia, estatus y seguridad social porque durante miles de años ser parte del grupo era supervivencia pura.
Del FOMO al FOGO: las emociones que te gobiernan sin permiso
Hoy el “grupo” ya no es la tribu de 30 personas, sino miles de voces, pantallas, notificaciones y expectativas. Entonces aparecen estos subproductos modernos:
FOMO – Fear of Missing Out.
- Miedo a perderse algo que otros están viviendo.
- Ejemplo: no ir a una fiesta porque todos van a ir y temes quedar fuera.
MOMO – Mystery of Missing Out.
- Miedo a perderse algo que ni siquiera sabes qué es, pero del que todos hablan.
- Ejemplo: alguien habla de un evento viral y tú no sabes de qué se trata, pero temes quedarte afuera.
FOBO – Fear of Better Options.
- Ansiedad por pensar que siempre hay una opción mejor y no poder decidir.
- Ejemplo: no comprar un celular porque piensas que va a salir uno mejor mañana.
ROMO – Reality of Missing Out.
- Ansiedad porque realmente te perdiste algo importante.
- Ejemplo: no ir a una reunión y luego enterarte de algo clave que pasó.
SIMO – Social Image Missing Out.
- Miedo a quedar fuera de conversaciones, tendencias o temas virales.
- Ejemplo: no conocer los memes o noticias de moda y sentir que “no estás al día”.
FONO – Fear of Normal.
- Miedo a tener una vida común, sin algo “extraordinario”.
- Ejemplo: evitar trabajos “normales” o rutinas porque quieres algo impactante o impresionante.
FOTO – Fear of Telling Others.
- Miedo a decir la verdad por las posibles consecuencias.
- Ejemplo: no contar que tienes una enfermedad leve por vergüenza.
FOSO – Fear of Starting Over.
- Miedo a empezar desde cero: trabajo, relación o proyecto nuevo.
- Ejemplo: no cambiar de trabajo aunque no te guste porque temes fracasar en lo nuevo.
FOPO – Fear of Other People’s Opinions.
- Miedo a la opinión ajena que influye en decisiones y comportamientos.
- Ejemplo: no expresar tu opinión para no “molestar” o “no quedar mal”.
FOTU – Fear of the Unknown.
- Miedo a lo desconocido, común en decisiones grandes.
- Ejemplo: no mudarse a otra ciudad por miedo a lo que pueda pasar.
FOGO – Fear of Going Out.
- Miedo o ansiedad al salir o socializar.
- Ejemplo: evitar reuniones, bares o fiestas aunque quieras ir.
JOMO – Joy of Missing Out.
- Placer o tranquilidad de no participar en planes o eventos.
- Ejemplo: quedarse en casa leyendo un libro mientras otros van a una fiesta, y sentirse bien por eso.
FOJI – Fear of Joining In.
- Miedo a unirse a actividades por sentir que no perteneces.
- Ejemplo: no unirte a un grupo de trabajo o actividad social por pensar que no pertenecerías.
FOMA – Fear of Moving Ahead.
- Miedo a avanzar o crecer por las responsabilidades que trae.
- Ejemplo: no aceptar un ascenso porque implicaría más presión y decisiones difíciles.