Mucho ha sonado en las redes sociales sobre que a los Gen Z les está costando el aceptar las responsabilidades en la chamba, pero ¿realmente madurar en el trabajo es fácil?
Madurar en el trabajo es bastante difícil, no es un paseo en el campo o chance y sí, si el campo está lleno de lodo y cuesta mucho caminar en él. Y es que hemos idealizado el trabajo y pensamos que si llegamos con conocimiento ya es todo lo que necesitamos, pero hay cosas que para nada nos prepara la Universidad y muchas veces ni la casa.
¿Por qué madurar en el trabajo no es fácil?
Y es que llegar solo a trabajar y agobiarse por todo no es lo más saludable, lo más saludable es entender que el trabajo es una parte de la vida, los compañeros de trabajo no son nuestros hijos o peor aún no son nuestros padres, entonces si se están tomando todo muy a pecho, es momento de poner en práctica los siguientes consejos para que crezcan en la chamba.
Al modificar la perspectiva, el trabajo se hace más satisfactorio y mucho menos agotador. ¿Están preparados para modificar el guion? Así es como verdaderamente se ve la maduración laboral y con eso lograrán crecer sin tanto agobio emocional.
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No todos los pedos son sus pedos. No deben asumir todos los retos. Aprendan a colaborar de la mejor manera posible, pero tengan en cuenta que no todos los inconvenientes son su responsabilidad. Este límite les facilita enfocar su energía en lo que verdaderamente tiene importancia.
El feedback es simplemente una retroalimentación. El feedback constructivo no representa un ataque, sino una oportunidad. Es la visión de un individuo, no un dictamen sobre su valor. Adopten lo que les permita evolucionar, dejar atrás lo demás y continuar avanzando en la chamba.
Tomen tus vacaciones y días libres. Ocurren días adversos. Una semana de descanso no determina su trayectoria profesional ni tus destrezas. Respiren, rejuvenezcan y piensen que eres más que el rendimiento en un día y aplica para todo, no solo en el trabajo.
Manejen los diálogos complicados y déjalos ir. Las conversaciones complicadas son un componente esencial de cualquier chamba. La madurez implica enfrentar los conflictos de manera directa, aprender de ellos y después permitirlos irse. No permitan que una única interacción los desgaste por días o semanas.
Define restricciones para salvaguardar su energía. No todo requiere una respuesta. No todas las perspectivas tienen lugar en su mente. Cuanto más valoren sus propias restricciones, más energía dispondrán para el trabajo que verdaderamente tiene importancia.
Practicar la compasión hacia uno mismo. Crecer no implica ser perfecto; implica presentarse, adquirir conocimientos y perfeccionar con el paso del tiempo. Siempre vayan con cordialidad y paciencia; están progresando más de lo que imaginan.
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