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Señales de que tu marido huye del trauma

Conozcan las 9 señales de que algunos hombres están huyendo del trauma. No dejen que esto afecte sus relaciones.

abril 25, 2025

Les vamos a dar 9 señales de que su marido no está “ocupadísimo”… está huyendo del trauma y qué pueden hacer para que hable con ustedes y no se haga un problema en el futuro.

Nosotros vemos hombres en el gimnasio a las 6 am, en juntas todo el día, respondiendo correos y saliendo hasta las 3 am de la chamba… y esto solo revela los traumas no resueltos que no sabemos, pero que sí deberíamos de tener en cuenta.

Sabemos que los señores siempre quieren estar o muy activos o muy tranquilos, pero qué pasa cuando están llevando el mantenerse ocupados al extremo y con esto están tapando algún trauma que podría poner en riesgo su relación o la relación con sus hijos, aquí les vamos a dar las 9 señales que los delatan.

Tomen nota, si les checa, hagan una cita con un especialista y no dejen que el mundo se les caiga por algo que puede resolverse hablando y poniendo manos a la obra.

9 señales de que su marido no está “ocupadísimo”… está huyendo de su trauma

La pregunta del millón en el mundo de hoy: “¿Será que efectivamente está ocupadísimo o simplemente no quiere enfrentarse con lo que le duele?»

Aquí les dejamos 9 señales que indican que su marido está huyendo del trauma y no “entregado al trabajo” como creen… ¡Tomen nota!

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“Estoy a tope”… pero no avanza

Ustedes lo ven con la laptop en reuniones interminables, con llamadas de Zoom hasta el fin de semana y proyectos nuevos cada mes. Sin embargo, al revisar, la mayoría de esas tareas se quedan a medias. Ese caos solo es un escudo para no tener cinco segundos de silencio mental, donde las emociones podrían alcanzarlo.

⁠Scroll infinito para no sentir

¿Han notado que, en cuanto está tranquilo, su mano va directo a Instagram, WhatsApp o YouTube? No es que le encanten los memes; es que necesita anestesiarse. Series maratónicas en la madrugada, cientos de libros leídos pero ninguno comprendido, o hasta escuchar podcasts en “velocidad 1.5” para no procesar las ideas. Si “nada lo llena”, es porque está evitando algo.

Controlador profesional…

Es capaz de planear vacaciones con cronograma en Excel y entrenamientos de 12 semanas, pero se bloquea si intentan platicar de sus sentimientos. Controla la temperatura de la casa, el menú de la semana y el orden de los libros, pero cuando se trata de gestionar su propio dolor, desaparece.

Emociones en “modo avión”

Una de las grandes señales de que está huyendo del trauma aparece cuando le preguntan de sus sentimientos o tocan temas de infancia que saben que le duelen…  Se topan con respuestas monosílabas, cambio de tema o humor sobreactuado. Esa “frialdad” no es fortaleza.

⁠Busca validación… pero no en casa

Puede que no haya un “affair” formal, pero sí hay mensajes secretos, “amigas” con quienes habla más horas que con ustedes, ¿por qué? Porque es más fácil ser vulnerable fuera, que en casa.

⁠Enojo para ocultar el dolor

¿Se enoja por tonterías? ¿Explota porque el Wi-Fi falla? Ya nos dijo Pablo León, Neuropsiquiatra que la ira es un disfraz para no mostrar el miedo o la tristeza que tiene guardados y que puede llevar a problemas más grandes si no se toma en cuenta. (Aquí les explica a detalle).

No dejen de leer: Mesa: ¿Qué quieren los hombres?

El mito del lobo solitario

“Yo puedo solo”, “no necesito que me ayuden”. Esa independencia suena, pero en la vida real suele ser señal de alguien que no confía en nadie para sostenerlo en un momento de vulnerabilidad, por eso es importante que hagan amigos o retomen amistades que los ayuden a hablar sobre sus problemas.

Cazador de emociones fuertes

Cambiar de trabajo, escapadas de fin de semana random, compras compulsivas o retos extremos en el gym… Todo para evitar el bajón emocional. Vive persiguiendo la dopamina para evitar las sensaciones incómodas.

⁠Terapia y autocuidado: “no es para mí”

Si le mencionan un terapeuta, un retiro de yoga o hasta un libro de autoayuda, pone cara de “auch” y sale con un “eso es para otros”. Rehúye cualquier herramienta de sanación que implique mirar hacia adentro, porque sabe que podría abrir una caja que no está listo para enfrentar.

¿Qué pueden hacer para cuidar a los señores?

Ojo. No estamos aquí para declararlo “culpable de evasión emocional” a cualquiera que cumpla con dos o más puntos de la lista. Estos son patrones que merecen atención. Y ustedes, como pareja, tienen derecho a buscar un vínculo donde ambos puedan bajar la guardia sin miedo al juicio y evitar que pase que están huyendo del trauma.

La invitación es sencilla:

  1. Observen sin atacar. “Vimos que te has sumergido en mil ocupaciones… ¿cómo te sientes de verdad?”
  2. Propongan un espacio seguro: puede ser un café sin pantallas o una caminata donde hablar salga natural.
  3. Pongan límites saludables. Ustedes también merecen un compañero emocionalmente presente. .
  4. Valoren sus propios ritmos. Si él decide buscar ayuda, sonrían; si no, esa resistencia también habla.

No se trata de jugar al “quién sufre más”. Se trata de encender la conversación, de bajar el volumen al caos externo y de aprender a caminar juntos en el terreno movedizo de las emociones.

Porque al final del día, el amor no es tapar las grietas con ocupaciones, sino sostenerse en ellas mientras se reconstruye, ladrillo a ladrillo…  Apostamos por vínculos que quieran construir y mejorar todos los días.

Si ya vieron que sus maridos, parejas, amigos o hermanos andan con este enredo en la cabeza, aquí les dejamos una lista de lugares a donde pueden acudir para pedir ayuda. 

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