El síndrome de Turner es un trastorno genético que no tiene cura, pero con los cuidados adecuados, las personas que los padecen pueden tener una vida estable. Para crear conciencia te contamos más sobre él y cómo puedes identificarlo.
De acuerdo con la Secretaría de Salud este padecimiento «es una alteración genética originada por la ausencia parcial o total de un cromosoma sexual X y es considerado la alteración de los cromosomas sexuales más frecuente y la única monosomía compatible con la vida, se presenta solo en pacientes del sexo femenino».
El síndrome de Turner afecta el desarrollo sexual; las mujeres que lo padecen tienen un desarrollo lento principalmente durante la pubertad. Entre los daños que pueden tener en su cuerpo se encuentran:
Además de estos problemas, las mujeres pueden tener un bajo desarrollo cognitivo, tienen problemas para aprender matemáticas y pueden tener problemas con la coordinación visual-espacial (como determinar las posiciones relativas de los objetos en el espacio).
Aunque existen ciertas características físicas, como manos y pies hinchados o pliegues de piel en el cuello, también puede ser analizado por especialistas a través de las siguientes pruebas:
Otras incluso pueden ser diagnosticadas en la adultez, cuando tienen dificultad para quedar embarazadas.
Los tratamientos que se recomiendan seguir son los de reemplazo hormonal, en donde los médicos ayudan al cuerpo a complementar los faltantes que la enfermedad evita existan naturalmente, entre ellos se encuentran:
Aunque es un padecimiento que podría sonar escaso, las últimas métricas de la OMS indican que el 1% de la población mundial femenil padece el síndrome de Turner, es decir, afecta a una de cada 2.500 niñas nacidas vivas.
En México la Secretaría de Salud recomienda visitar a varios especialistas si se tiene duda sobre el padecimiento entre los que se encuentran: