Lean este dato según el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco, el 9% de la población mundial sufre de alguna fobia y entre ellas está la blenofobia.
Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo extremo e irracional a algo que representa poco o ningún peligro real.
Las fobias pueden ser de muchos tipos, como la acrofobia (miedo a las alturas), la agorafobia (miedo a los lugares públicos), la claustrofobia (miedo a los espacios cerrados), la fobia social (miedo a situaciones sociales cotidianas), la fobia a los animales, la fobia al agua, la fobia a conducir en autopistas, la fobia a los túneles, la fobia a la sangre, entre otras.
Las personas con fobias intentan evitar lo que les provoca miedo, y si eso no es posible, pueden sentir pánico, miedo, taquicardia, falta de aire, temblores, un fuerte deseo de huir, entre otros síntomas. Las fobias comienzan generalmente en la niñez o en la adolescencia y continúan durante la edad adulta. Las causas aún no se comprenden bien todavía, pero se sabe que a veces pueden ser hereditarias.
El tratamiento ayuda a la mayoría de las personas con fobias, y entre las opciones se encuentran medicamentos, psicoterapia o ambas.
La blenofobia, también conocida como fobia a la viscosidad, es una fobia específica caracterizada por un miedo intenso y persistente a las texturas viscosas. Este miedo puede ser desencadenado por diversas texturas, incluidos algunos alimentos, fluidos corporales y la piel de ciertos animales.
Aquí una lista de texturas que pueden dar cierta repulsión a las personas:
Los síntomas de la blenofobia pueden incluir ansiedad, ataques de pánico, conductas de evitación y síntomas físicos como sudoración, temblores y taquicardia.
Las causas de la blenofobia no se comprenden bien, pero se cree que está relacionada con una combinación de factores genéticos, ambientales y psicológicos. El tratamiento para la blenofobia puede incluir terapia cognitivo-conductual, terapia de exposición y medicación. Es importante buscar ayuda profesional si la blenofobia interfiere con la vida diaria.
La blenofobia puede estar relacionada a la misofobia. La misofobia (del griego μύσος, romanización: mysos, «contaminación»; y φόβος, romanización: phobos, «miedo»), también llamada germofobia, bacilofobia o bacteriofobia, es el miedo patológico a la suciedad, la contaminación y los gérmenes.
Lavarse las manos frecuentemente caracteriza la obsesión por la higiene, uno de los síntomas más comunes de este trastorno. Está ligada al trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), por el que se producen comportamientos específicos dirigidos a reducir la ansiedad asociada.
Aquellos que padecen misofobia —denominados «misófobos>> tienden a lavarse las manos constantemente y a tocar objetos con cautela, en muchas ocasiones con guantes, sin que las condiciones sanitarias lo requieran. Su miedo se concentra en las materias biológicas, en los olores corporales y en la suciedad visible.
No existe una causa única por la cual las personas desarrollan esta fobia. El origen de esta suele remontarse a la infancia, con el aprendizaje del uso del inodoro, por lo que el factor genético no puede ser descartado en estos casos.
Además, el conocimiento sobre contaminación, gérmenes, bacterias y las patologías asociadas, junto a las publicidades de productos para limpieza y la cultura de la higiene en la sociedad actual pueden ser un factor de riesgo para padecer esta patología.
Síntomas
La misofobia afecta en gran medida la vida cotidiana de las personas y puede variar según la gravedad de los síntomas, desde dificultad para respirar, transpiración excesiva, aumento de la frecuencia cardíaca y estados de pánico cuando se expone a afecciones mejoradas por gérmenes.
Fuente: Dra.Claudia Rampazzo. Estudió Medicina en la UNAM. Terapeuta familiar, de pareja y terapeuta sexual. Médica asociada del Hospital Español. Autora de la Guía de la Entrepierna, Prostitución Marital, de Grijalbo.
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