¿Alguna vez has considerado tener vocación en el amor? ¿Puede ser similar a ser maestro o músico? ¿Sientes que estás naturalmente inclinado al amor o que luchas para mantener tus relaciones?
Hoy, en el cierre de nuestra trilogía sobre relaciones, exploramos la idea de tener una vocación para el amor, que puede ser la clave para relaciones duraderas y gratificantes.
Esencialmente, esto se refiere a una inclinación innata y una pasión auténtica para amar y ser amado, en un sentido romántico. La vocación para el amor no se trata solo de sentir emociones intensas al principio de una relación. Va más allá, implica la habilidad y el compromiso para mantener y nutrir ese amor a lo largo del tiempo.
Desde una perspectiva psicológica, la vocación para el amor se puede ver como un equilibrio saludable entre el apego seguro y la autonomía. Aquellos con una verdadera vocación para el amor tienen la habilidad de entrelazar sus vidas con las de sus parejas sin sentirse atrapados o abrumados. Pueden amar y ser amados, al mismo tiempo que mantienen su individualidad y su espacio personal.
Veámoslo desde este ángulo: Imagina que tu relación es como un jardín, cuando tienes vocación para el amor, eres como el jardinero que no solo planta las semillas al principio, sino que también se esfuerza en regarlas, cuidarlas y protegerlas de las plagas. Disfruta el proceso de ver cómo su jardín crece y florece con el tiempo y aunque a veces puedas encontrar retos, como la sequía o las malas hierbas, tu pasión, disposición y compromiso por el jardín te lleva a buscar soluciones y a perseverar para que se vea bonito y esté saludable.
Test para conocer tu vocación para el amor
Para cada pregunta que voy a darte, responde con «sí», «a veces» o «no».
Ahora vamos a calificar convirtiendo tus respuestas en números y luego sumando:
Si obtienes entre 18 y 20 puntos, tienes una sobresaliente vocación para el amor. Este puntaje sugiere que posees una comprensión sólida y natural de las necesidades emocionales y relacionales, tanto tuyas como de tu pareja. Eres capaz de demostrar compasión, empatía y paciencia, y te adaptas bien a los cambios en la relación.
Si obtienes entre 9 y 17 puntos, tienes una vocación “estándar” para el amor. Este resultado indica que tienes algunas de las habilidades y actitudes necesarias para cultivar una relación saludable y satisfactoria, pero también hay áreas que podrían beneficiarse de más atención. Observa las preguntas a las que respondiste con «a veces» o «no» para identificar las áreas en las que podrías trabajar.
Si obtienes entre 0 y 8 puntos, bien podrías dedicarte mejor a la jardinería o la exploración espacial, porque tu nivel de vocación para el amor, está un tanto deteriorado. Este puntaje sugiere que puede haber desafíos significativos que te impiden disfrutar plenamente de tus relaciones románticas o que podrías estar luchando para entender y responder a las necesidades emocionales y relacionales, ya sean las tuyas o las de tu pareja. No te preocupes, cada habilidad puede ser desarrollada con voluntad, perseverancia y compromiso.
Las personas con una baja vocación para el amor pueden encontrar que sus relaciones suelen ser pasajeras, llenas de conflictos, o que se sienten insatisfechos o aburridos en ellas. Esto puede ser porque luchan para equilibrar sus propias necesidades y deseos con los de su pareja, o porque carecen del compromiso o la pasión necesarios para trabajar a través de los retos en una relación.
Supón que una persona siempre ha luchado en sus relaciones, se siente insatisfecha, ansiosa y tiende a evitar los conflictos en lugar de resolverlos. Esto podría ser un signo de que esta persona carece de una vocación para el amor. En cambio, puede que esté buscando la satisfacción inmediata y la emoción que suele venir con el inicio de una relación, pero lucha cuando llega el momento de trabajar y mantener la relación a largo plazo.
Si tienes conciencia y voluntad es posible. Si te das cuenta de que careces de una vocación para el amor, no te desesperes. Al igual que cualquier habilidad, esto puede desarrollarse con tiempo y perseverancia. Vamos a ver las cualidades necesarias para esto y observa que cada una de estás corresponde en el mismo orden a las preguntas del test, para que te sea más fácil identificar en qué te conviene esmerarte más, veamos:
En conclusión
La vocación para el amor no es algo de lo que se habla comúnmente, pero es un concepto que puede tener un impacto significativo en nuestras relaciones. Ya sea que te des cuenta de que tienes una fuerte vocación para el amor o de que es algo en lo que necesitas trabajar, la clave es recordar que todas las habilidades pueden desarrollarse con el tiempo.
El amor, al igual que cualquier otro aspecto de nuestras vidas, requiere esfuerzo, compromiso y un deseo de crecer y aprender. No importa dónde te encuentres en tu camino hacia el amor, recuerda siempre que eres capaz de amar y ser amado. Y si estás dispuesto a trabajar en ello, puedes desarrollar una fuerte vocación para el amor.
Así que, la próxima vez que te encuentres reflexionando sobre tu vida amorosa, recuerda la idea de la vocación para el amor. Puede que te proporcione una nueva perspectiva y te ayude a entender mejor tus propias experiencias y las de tu pareja. Y, lo más importante, puede ayudarte a cultivar relaciones románticas más sanas, satisfactorias y duraderas.
Fuente: Mario Guerra, Tanatólogo, conferencista y Business Coach.
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