Cuentahabientes, confiesen. ¿Quién de ustedes se ha sentido excluida o excluido del sistema familiar o social de su pareja, o no los presentan con nadie ni habla con nadie de ustedes?
Una pareja crece nutriéndose de su propio amor, pero también de los proyectos personales y de las relaciones sociales que cada uno cultiva por separado.
Esto no significa priorizar los proyectos personales sobre la vida de pareja, sino complementar la propia vida y alimentar el amor, tanto de los procesos conjuntos como de los intereses, sueños, competencias y valores individuales.
La pareja es un sistema dentro de más sistemas, sus miembros juegan distintos roles en los diferentes sistemas familiares y en la sociedad. Como pareja y como personas desempeñan:
Las estructuras familiares requieren, tener un orden para sostener a la familia. La estructura familiar acomoda a sus miembros de manera jerárquica, en el lugar que les corresponde, para que funcionen.
La primacía en jerarquía no implica supremacía en valor, en sabiduría, en importancia: todos son iguales en importancia, pero diferentes en funciones y responsabilidades.
Esto implica que la pareja, como centro y origen de la nueva familia nuclear queda en el centro del universo familiar de manera que el resto de los miembros tome los lugares que le corresponden. Esto para que cada miembro del sistema pueda acometer las tareas de desarrollo que le corresponden por su edad y lugar en la familia.
Si un hijo es el que toma las decisiones familiares con su madre, dejando de lado al padre, al paso del tiempo las tareas de desarrollo de cada uno de los miembros de la familia se verán entorpecidos por exceso o por defecto.
Esto no significa que, en situaciones de crisis, todos los integrantes familiares tengan que reacomodarse temporalmente para salir airoso de los problemas (como si una madre está enferma, o un progenitor tiene que migrar), pero aún así, el entendido de que es una necesidad temporal y no una negligencia permanente, se debe de considerar.
Respecto a la familia de origen, una vez que uno de sus miembros inicia su nueva vida, los padres han de recolocarse como padres, pero en roles secundarios con respecto del hijo que se “desprende” del núcleo para constituir un nuevo hogar.
De una forma diferente lo mismo ocurre con los amigos y los colegas de trabajo, pero sin duda a un nivel más periférico. Son las familias mismas las que generalmente tienen problemas para incluir y dejar ir a sus integrantes, reacomodar sus roles y volver a recuperar un nuevo equilibrio.
Si bien la familia reconstituida es otra historia y otra dinámica porque ya había hijos previos a la nueva relación de pareja, el funcionamiento del nuevo núcleo familiar requiere también una estructura, pero aún una mayor flexibilidad porque se manejan más sistemas familiares alrededor de la nueva pareja o familia.
Es imposible, pretender que tu pareja corte de tajo con su pasado, y más aún con sus hijos y con el progenitor de los mismos. Aún así en estos casos estamos teniendo el mismo problema de que no te da tu lugar:
Fuente: Tere Díaz, psicoterapeuta especialista en desarrollo personal y terapia de pareja. Autora del libro “¿Cómo identificar un patán?” y “¿Por qué nos mentimos si nos amamos?”.
IG: @terediazsendra / www.terediaz.com