Vamos a ver si de verdad son tan patriotas cuentahabientes, hoy arrancaremos los festejos de la Independencia de México con un examen de historia
El 15 de septiembre se realiza la ceremonia del Grito de Independencia, donde se recuerda el inicio de la Lucha por la Independencia, a partir del llamado del cura Miguel Hidalgo y Costilla al levantamiento de armas.
El 16 de septiembre se conmemora oficialmente el Aniversario del inicio de la lucha de Independencia, con un desfile militar.
¡El territorio era enorme! Desde el sur de Estados Unidos hasta Guatemala, incluyendo Filipinas.
Mataron a todos los que estaban adentro. Los insurgentes destruyeron todo a su paso, además de asesinar a las personas -principalmente españoles- que estaban resguardados ahí, muchos de ellos eran mujeres y niños.
Se dice que después de varias desavenencias entre ellos, especialmente en el campo de batalla, Allende decidió que era suficiente y utilizó un veneno para darle muerte a Hidalgo. Para la fortuna de la historia nacional, el cura Hidalgo se dio cuenta y evitó su muerte, condenando a Allende por traición.
Abasolo. Hidalgo, Allende, Jiménez y otros más, fueron sentenciados a muerte y fusilados, pero Abasolo no fue fusilado, sino enviado a España en calidad de prisionero. Esta distinción respecto a los otros jefes de la insurrección se debió a la intervención de su esposa María Manuela Rojas Taboada, cuya familia tenía relaciones en las altas esferas de la política del Virreinato de la Nueva España. Se le perdonó la vida, y se le condenó a cadena perpetua y fue encarcelado en el castillo de Santa Catalina, en Cádiz.
El nombre de la mujer fue Brigida Almonte, en escritos de la época se describen sobre sus hijos que «le queda el escrúpulo de que sólo ha declarado dos hijos, teniendo tres, pues tiene una niña de edad de seis años, que se halla en Necupétaro [Nocupétaro, el otro poblado que estaba en la jurisdicción de Carácuaro]»
Ana María Josefa Ramona Huarte Muñiz fue una noble criolla de la Nueva España, se convirtió en emperatriz de México cuando fue proclamado su esposo el emperador Agustín I.
Según los criterios de la época, se dice que Ana María era una mujer bella, con rostro de madona y poseía unos brazos blanquísimos y redondos. Desde sus tiempos de estudiante en el Colegio de Santa Rosa María, comenzó a dar muestras de poseer gracia, belleza y unos exquisitos modales.
Fuente: Ursula Camba Ludlow, Licenciada en Historia por la Universidad Iberoamericana. Maestra y Doctora en Historia por El Colegio de México. Realizó una estancia posdoctoral en la UNAM. Autora del libro “Ecos de nueva españa. Los siglos perdidos en la historia de México”
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