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Es importante reconocer en qué momento está generando un problema para corregirlo lo antes posible. Toma en cuenta que cuando un niño no sabe perder:
– Sus compañeros se niegan a jugar con él.
– Es blanco constante de burlas y críticas.
– Toda falla le resulta dolorosa.
Ayúdalo a aceptar el fracaso
Pon el ejemplo. Comienza por reconocer cuál es tu forma de reaccionar ante la frustración
– Habla con él. Utiliza diferentes situaciones y ejemplos para destacar la importancia de ser un buen perdedor –y un buen ganador
– Enfóquense en la enseñanza. Cuando nos sentimos decepcionados tendemos a centrarnos en lo negativo, solemos lanzar frases como “No sirvo para nada” o “Nunca lo voy a lograr”
– Permite que supere obstáculos. Sabemos que la mayoría de las habilidades se perfeccionan con la práctica.
¿Qué más puedes hacer?
– Fomenta actividades en casa. Los juegos de mesa o los naipes brindan una magnífica oportunidad para convivir en familia y competir sanamente
– Enséñalo a ser respetuoso. ¿alguna vez has jugado con alguien que se burla de ti cuando tiene ventaja o que fanfarronea a la menor provocación?
– Detecta cuándo es demasiado. Si muestra franca dificultad para aprender un juego o pierde una y otra vez, puede ser el momento de parar
– Propicia la tolerancia. Imponer nuevos retos a los niños con altas capacidades puede ser muy importante