Es increíble las cosas que pasan por nuestra cabeza todo el día y en especial cuando estamos ante temas que nos resultan álgidos y que por supuesto disparan nuestras balas más letales y destructivas.
Y uno de esos temas que nos hace cargar las balas deja tu de la pistola, sino del cañón, es todo lo que tiene que ver con la apariencia (llámese lonjas, celulitis, nalgas, piernotas o piernitas, panza, papada, cintura o no cintura, etc.) y sus temas paralelos como el momento de meter cualquier cosa de comer o beber a la boca.
Estas auto-mentadas de madre van cargadas de un odio terrible, aun cuando las digamos ya como costumbre y ni cuenta nos demos.
¿CUÁLES SON ALGUNAS DE ESAS DELICIOSAS POESÍAS QUE NOS DEDICAMOS?
¿Te has detenido a pensar de dónde aprendiste a hablarte así? ¿Alguien te lo dijo? ¿Se lo decían a alguien cercano a ti? ¿Escuchaste cómo se lo decía tu mamá a si misma? ¿Lo leíste? ¿Te lo enseñó una amiga? ¿Se te ocurrió así nomás?
Si tuviéramos la capacidad de desechar toda la basura que nos procuramos a nivel mental, a lo mejor no habría tanto problema con esto que nos decimos, lo delicado es que esa basura se convierte en la imagen que tenemos de nosotros y que sin darnos cuenta le comunicamos al mundo.
Video: ¿Qué te grita tu sobrepeso?
Todos escuchamos frases en nuestro interior y esto no quiere decir que estemos locos o padezcamos algún tipo de trastorno mental serio, estas voces son el eco de lo que pensamos. La cosa se complica cuando nos damos cuenta de que a veces no es una sola voz, sino varias y peor aún, que cada una jala agua para su molino sin parecer importarle a quien se lleva de por medio.
Varios autores hablan de ellas, Martha Baldwin en su libro Auto Sabotaje , las califica como sub personalidades y explica que se forman a partir de nuestras creencias y experiencias. Louise Borbeau también hace referencia de ellas.
Lo maravillosos de esto, es que podemos usarlas a nuestro favor, en lugar de que ellas sean las que nos exploten y nos dejen contra las cuerdas con sus golpes bajos.
Estamos acostumbrados a comer basados en miles de reglas que marca la familia, el entorno y el deber ser.
Comer en el siglo XXI es un verdadero desafío. Hay tanta información, que solemos acabar haciendo dos cosas:
¿Por qué nunca estoy satisfecho con lo que como?
¿Qué opción hay a esto? Volver a nosotros y escucharnos. Sin embargo, esto también se vuelve tarea difícil cuando las voces que escuchamos están cargadas de ideas igualmente confusas.
Evelyn Tribole y Elsue Resch en su libro Intuitive Eating, las han descrito de una manera que me parece super clara y créanme que por experiencia propia y de muchas personas con quienes comparto esta forma de escucharnos y hablarnos, que generan cambio increíbles no solo en nuestra forma de comer, sino de vivir.
Frases que usa:
Ni se te ocurra comerte esa galleta, porque si lo haces eres culpable de una violación
¿Ya te diste cuenta la cantidad de grasa que te acabas de tragar?
Te conté los pasos y no llegaste al mínimo deseable para permitirte cenar.
¿Ya viste la cintura de esa chava? Tu la tienes del cuadrúple, por eso nadie te pela.
Sigues igual de conformista que siempre.
A esta voz la puedes volver tu alidada:
Ayudándote a proteger tus limites contra cualquiera que invada tu espacio de comida
Frases que usa:
Tu no vas a hacerme comer ese pollo asado
Te mostraré….Tú quieres que baje 5 kilos…..Voy a subir 10
Veamos cuántas galletas me puedo comer antes de que mamá llegue a casa
No puedo esperar a que se vaya mi esposo para comer lo que s eme de la gana sin que me esté fregando.
Frases que usa:
Me salté el desayuno y tengo mucha hambre
Comí 5 galletas
Sentí culpa después de comer el postre en la cena ( no condena ni es condescendiente, solo describe)
Frases que usa:
¿Qué necesitas?
Hacer pausas mientras como, me ayuda a elegir con más asertividad lo que deseo comer.
Salir a caminar es una gran opción para sentirme despejada.
Frases que usa:
Tengo un movimiento de tripas, eso significa que tengo hambre y necesito comer.
¿Qué quiero comer?
Se siente bien no estar en la prisión de las dietas.
Fuente: Adriana Esteva, Especialista en Nutrición Emocional
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