La ansiedad en adolescentes puede ser poco perceptible para los padres, pero las redes sociales están creciendo este trastorno en los hijos y aquí les vamos a contar todo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 1 de cada 7 jóvenes de 10 a 19 años sufre algún trastorno mental, siendo la ansiedad uno de los más comunes.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 7,3% de los adolescentes de 10 a 19 años en el mundo enfrentan trastornos de ansiedad, siendo una de las principales causas de discapacidad en este grupo de edad.
La Asociación Americana de Psicología (APA) señala que alrededor del 32% de los adolescentes han experimentado un trastorno de ansiedad en algún momento. Un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en EE.UU. indica que la ansiedad entre adolescentes ha aumentado un 50% en la última década.
En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) reporta que el 40% de los adolescentes ha experimentado síntomas de ansiedad moderada a severa.
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Las redes sociales y los adolescentes
Los jóvenes están viendo TikTok y entonces ven a influencers haciendo cosas increíbles como volar en un globo aerostático en pleno polo norte, sacando risas con su carisma, o realizando la rutina perfecta en el gym. Entonces te preguntas: ‘¿Cómo le hacen? ¿Por qué mi vida no es así?
Lo que no vemos es lo que hay detrás de esos videos: horas de planeación, edición y mucho trabajo para que todo luzca perfecto. No está mal, hay contenido que es genial. Pero cuando te comparas, empiezas a sentir que no eres suficiente. Esa presión, esa sensación de no alcanzar esos estándares, es algo real y se llama Ansiedad.
Entonces los adolescentes se empiezan a preguntar si deberían ser más divertidos, más exitosos, más perfectos. Y ahí está el problema: tratar de vivir como una versión editada de la realidad no solo es imposible, es agotador. Nadie te lo dice, pero eso que sientes, les pasa a muchos jóvenes. El valor de una persona no depende de cuántos likes tiene o si su vida se parece a la de un TikToker Famoso.
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¿Qué es la ansiedad en los adolescentes?
La ansiedad en los adolescentes es una respuesta emocional y física frente a situaciones percibidas como estresantes o desafiantes. Es una parte natural del desarrollo humano, pero cuando se convierte en algo constante o desproporcionado, puede interferir significativamente en su vida diaria, afectando su bienestar emocional, académico y social.
Definición clínica: Según la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), la ansiedad es un estado de miedo o preocupación excesiva que puede manifestarse de manera física, cognitiva y conductual. En adolescentes, esto puede presentarse como inquietud, irritabilidad, dificultad para concentrarse y síntomas físicos como dolores de cabeza o malestar estomacal.
Factores desencadenantes
Sociales: Las redes sociales amplifican la comparación constante, lo que puede causar una percepción distorsionada de la realidad y alimentar sentimientos de insuficiencia.
Académicos: Un estudio de la UNICEF (2022) señala que el 68% de los adolescentes reportan el estrés académico como una fuente significativa de ansiedad.
Futuro incierto: La incertidumbre sobre su futuro laboral y social es otro detonante importante, especialmente en contextos de inestabilidad económica o global.
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Impacto emocional y físico
Según la Asociación de Ansiedad y Depresión de América (ADAA), el 32% de los adolescentes con ansiedad también experimentan depresión.
Físicamente, la ansiedad puede desencadenar problemas como fatiga crónica, insomnio y enfermedades psicosomáticas, impactando su desarrollo integral.
¿Por qué los adolescentes están experimentando más ansiedad hoy en día?
La ansiedad en los adolescentes no es nueva, pero en este mundo hiperconectado y lleno de expectativas, su impacto es más visible que nunca. Redes sociales, metas académicas irreales y un futuro incierto les han puesto en un estado de presión constante. Es como si vivieran en un videojuego sin botón de pausa.
Señales de que tu hijo adolescente tiene Ansiedad
Identificar la ansiedad no siempre es fácil, pero hay pistas que pueden ayudarte a detectarla a tiempo. Aquí tienes un vistazo rápido:
- Cambios en el comportamiento: Si tu hijo, que era sociable, ahora evita las reuniones o se encierra más de lo habitual, es momento de preguntarte qué está ocurriendo. Ejemplo: Dejó de salir con sus amigos y pasó más tiempo solo en su habitación.
- Problemas para dormir: El insomnio o despertar frecuentemente durante la noche es una señal de que algo no está bien. Ejemplo: «No puedo dormir» se vuelve una frase recurrente.
- Irritabilidad y cambios de humor: Los adolescentes ansiosos suelen estar más sensibles y reaccionar de forma exagerada ante lo más mínimo. Ejemplo: Explota de enojo por cosas que antes no le afectaban.
- Quejas físicas frecuentes: La ansiedad muchas veces se manifiesta en el cuerpo: dolores de cabeza, molestias estomacales o tensión muscular sin razón médica. Ejemplo: «Siempre me duele el estómago antes de ir a la escuela.»
- Dificultad para concentrarse: Si notas que las calificaciones bajan o parece que no puedes enfocarte en una tarea, la ansiedad podría estar interfiriéndose. Ejemplo: «No entiendo nada de lo que leo últimamente.»
- Evitación de situaciones: De repente, empieza a encontrar excusas para no ir a reuniones sociales o presentaciones escolares. Ejemplo: «No quiero ir, me siento mal».
- Perfeccionismo excesivo: Querer hacerlo todo perfecto puede ser una forma de intentar controlar la ansiedad. Ejemplo: «No voy a entregar esto porque no está lo suficientemente bien.»
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¿Cómo podemos ayudarlos?
Aquí hay 7 estrategias claras y prácticas que puedes implementar hoy para ayudar a tu adolescente:
- Fomenta una comunicación abierta: Hablar sin miedo a ser juzgado es clave. Pregunta de forma honesta y escucha sin interrumpir. Ejemplo práctico: «Cuéntame cómo te fue hoy, ¿qué fue lo mejor y lo más difícil?»
- Ayúdales a organizar su tiempo: Una agenda equilibrada reduce la sobrecarga emocional. Ejemplo práctico: Crea con ellos un calendario semanal con tiempo para estudiar, descansar y divertirse.
- Promueve hábitos saludables: Alimentación equilibrada, sueño regular y ejercicio físico son aliados contra la ansiedad. Ejemplo práctico: Retos familiares como «esta semana todos dormimos 8 horas».
- Enseña técnicas de relajación: Herramientas como la respiración profunda o mindfulness ayudan a calmar la mente. Ejemplo práctico: Antes de un examen, practiquen 5 minutos de respiración consciente juntos.
- Reduce la exposición a redes sociales: Las comparaciones en línea solo aumentan la presión. Ejemplo práctico: Establece «zonas sin tecnología» en casa, como la hora de la comida.
- Valida sus emociones: No minimices lo que sienten. Reconoce su angustia como algo válido. Ejemplo práctico: «Entiendo que te sientas así, ¿quieres que hablemos de cómo manejarlo?».
- Sé un modelo a seguir: Los adolescentes aprenden observando cómo manejamos el estrés. Ejemplo práctico: Comparte con ellos que tú también te tomas un respiro cuando te sientes abrumado.
Especialista: Psic. Juan Pablo Arredondo. Psicólogo Familiar con más de 35 años de experiencia en el trabajo con niños, adolescentes, adultos, parejas y familias. Autor de 6 libros enfocados a la psicología. Director de la Clínica Psicológica Juan Pablo Arredondo.
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