¿Alguna vez has sentido celos o envidia en el amor? ¿hacia tu pareja? o ¿hacia otras parejas que parecen tener una relación perfecta? ¿Te has preguntado cómo estos sentimientos pueden afectar tu relación y cómo lidiar con ellos?
En este programa, exploramos el fenómeno de la envidia en las relaciones de pareja, sus orígenes, sus efectos y cómo podemos enfrentarla y superarla.
La envidia es un sentimiento de malestar y resentimiento que surge cuando vemos a alguien más tener algo que deseamos. Es como “el pesar del bien ajeno”. En el contexto de una relación de pareja, la envidia puede manifestarse de dos maneras:
Envidia hacia nuestra pareja: Podemos envidiar a nuestra pareja por sus logros, habilidades, apariencia física o incluso por la atención que recibe de los demás. Por ejemplo, una persona podría sentir envidia si su pareja obtiene un ascenso en el trabajo y él o ella no lo consigue o porque sea la persona favorita de su grupo de amigos o hasta de su o tú propia familia.
Envidia hacia otras parejas: También podemos envidiar la vida de otras parejas que parecen más felices, exitosas o más conectadas emocionalmente. Por ejemplo, podríamos envidiar a nuestros amigos que siempre publican fotos románticas en redes sociales o que tienen éxito en sus proyectos juntos.
Aunque esto no deje de tener una dosis de fantasía, porque muy frecuentemente no conocemos la vida interior de esa relación, sólo lo que podemos observar.
Podemos tener envidia en el amor, en la pareja o alguien porque admiramos sus logros, habilidades o posesiones, pero en lugar de apoyarlos y celebrar con ellos, o en su caso querer seguir un camino similar, nos sentimos inferiores o resentidos.
Reconocimiento de nuestras propias carencias: La envidia nos obliga a enfrentar nuestras inseguridades y percibir que carecemos de algo que otros tienen. Admitir que sentimos envidia implica aceptar que no estamos satisfechos con nuestra situación actual y que deseamos algo que alguien más posee. Por ejemplo, si sentimos envidia por el éxito profesional de un amigo, esto podría revelar nuestra insatisfacción con nuestro propio desempeño laboral o la percepción de que no hemos alcanzado nuestros objetivos.
Envidia como una emoción «negativa»: En nuestra sociedad, a menudo se nos enseña a valorar emociones «positivas», como la alegría, la gratitud y la satisfacción, mientras que las emociones «negativas», como la envidia, la ira y la tristeza, se consideran indeseables. La envidia puede ser percibida como un sentimiento egoísta, lo que nos hace sentir culpables o avergonzados al experimentarla.
La envidia como un tabú social: A pesar de que la envidia es una emoción humana natural, a menudo se considera un tema tabú en nuestra sociedad. La gente puede ser reacia a admitir que siente envidia, lo que dificulta abordar y superar esta emoción. Además, al no hablar abierta y honestamente sobre la envidia, perpetuamos el estigma asociado a ella y nos privamos de la oportunidad de aprender cómo manejarla de manera saludable.
Las causas de la envidia en una relación de pareja pueden ser variadas, pero a menudo están relacionadas con nuestras propias inseguridades y carencias. Podemos sentirnos inferiores o no lo suficientemente buenos y, como resultado, envidiar a nuestra pareja o a otras parejas que parecen tener lo que nos falta.
La envidia, si no se maneja adecuadamente, puede tener diversos efectos negativos en nuestra relación, como:
Querer destruir lo que se envidia: Cuando se envidia algo que se desea, y no se siente la capacidad de obtenerlo, la envidia puede llevarnos a comportamientos destructivos, como difamar a otras parejas, menospreciar sus éxitos, o incluso tratar de sabotear sus relaciones. Del mismo modo, podríamos intentar socavar a nuestra propia pareja, restándole importancia a sus logros o intentando hacer que se sienta mal por su éxito.
Impedir disfrutar lo que tenemos: La envidia nos impide apreciar y disfrutar lo que tenemos en nuestra relación, ya que siempre estamos buscando lo que nos falta o lo que tienen los demás. En lugar de concentrarnos en fortalecer nuestro vínculo y construir una relación sólida y amorosa, podemos perder tiempo y energía comparándonos con otros y sintiendo insatisfacción.
Distanciamiento emocional: La envidia puede generar un distanciamiento emocional entre nosotros y nuestra pareja, ya que en lugar de compartir nuestras inseguridades y trabajar juntos para enfrentarlas, podemos volcarnos hacia el resentimiento y la rivalidad. Esto puede erosionar la confianza y la conexión emocional en nuestra relación.
Problemas de comunicación: La envidia puede provocar problemas de comunicación en la relación, ya que en lugar de expresar nuestros sentimientos y pensamientos de manera abierta y honesta, podemos guardárnoslos, lo que conduce a malentendidos y conflictos.
La envidia no es buena ni mala, sino lo que la hace destructiva es lo que hacemos con ella; es decir, cómo actuamos a partir de ese sentimiento. Aunque frecuentemente se percibe como un sentimiento negativo, también puede tener ventajas evolutivas:
Estímulo para la mejora personal: Puede servir como un catalizador para el crecimiento personal. Al envidiar las cualidades o logros de otro, nos damos cuenta de nuestras propias carencias y nos motivamos a trabajar en ellas. Por ejemplo, si envidiamos a nuestra pareja por su habilidad para hablar en público, esto podría motivarnos a desarrollar habilidades de comunicación.
Impulso para la competencia: En un contexto evolutivo, la competencia puede ser beneficiosa para la supervivencia y el éxito reproductivo, ya que nos esforzamos por sobresalir y asegurar recursos valiosos. Por ejemplo, si envidiamos a alguien que ha logrado un alto estatus social, podríamos esforzarnos más para alcanzar un estatus similar y, como resultado, aumentar nuestras posibilidades de éxito en la vida.
Establecimiento de metas y aspiraciones: Nos hace conscientes de nuestras metas y aspiraciones al mostrarnos lo que valoramos y lo que deseamos alcanzar. Al envidiar a alguien que ha logrado algo que deseamos, nos damos cuenta de lo que es importante para nosotros y podemos establecer metas para lograrlo. Por ejemplo, si envidiamos a alguien que ha viajado por el mundo, esto podría inspirarnos a ahorrar dinero y planificar nuestros propios viajes.
Establecimiento de normas sociales: Si todos en un grupo envidian a alguien que se comporta de manera cooperativa y altruista, esto podría motivar a los demás a adoptar comportamientos similares para recibir el mismo reconocimiento y estima social. Por ejemplo, si envidiamos a alguien que es ampliamente respetado y admirado por su generosidad, podríamos sentirnos motivados a ser más generosos nosotros mismos.
Afrontar y superar la envidia en el amor o en nuestra relación de pareja implica un esfuerzo consciente y deliberado por parte de ambos miembros de la pareja. Aquí hay algunas estrategias que podemos implementar para lidiar con la envidia y construir una relación más fuerte y saludable:
Mario Guerra, Tanatólogo, conferencista y Business Coach
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