Hábitos de los GRANDES líderes del mundo

Les vamos a dar las claves para adaptar los hábitos de los líderes del mundo y cómo es que pueden tener más éxito ustedes.

Mi querida Julieta Manzano viene a darnos los hábitos de los líderes del mundo y cómo es que podemos adaptar algunos a nuestra vida.

¿Qué hace que unas personas tengan éxito y otras no? ¿Por qué algunas vuelan la pelota fuera del estadio y otras simplemente son espectadoras? ¿Es cuestión de fe o de hambre de éxito? ¿Quién tiene la razón?

Al conversar con líderes de diferentes ámbitos, sectores, industrias y actividades, ¿cuál creen que es una de sus recetas clave? ¿O es cuestión de suerte?

Los hábitos de los líderes del mundo más exitosos

A las 5 de la mañana se despiertan los grandes líderes como Bill Gates, Tim Cook y Richard Brandson. Los líderes mundiales como Elon Musk duermen en promedio 6 horas al día y se van a dormir a las 11 pm.

Por ejemplo Anna Wintour practica hasta dos horas de tenis antes de empezar a trabajar para sentirse con energía durante el resto del día.

Según William H. McRaven, almirante retirado de la marina estadounidense y ex canciller del Sistema Universitario de Texas, en su libro Make Your Bed: Little Things That Can Change Your Life… and Maybe The World!, el marino explora la teoría de que tender tu cama en la mañana te prepara para el éxito.

La leyenda de los podcast en EE.UU, Tim Ferriss, explica en su libro Tools of Titans que las personas exitosas desayunan siempre lo mismo. Las personas exitosas no toman café, ya que puede afectar negativamente a la hormona tiroidea, contribuyendo a la aparición de fatiga crónica a largo plazo e inhibiendo a la vez la pérdida de grasa, prefieren tomar té, ya que consideran que esta bebida, les da energía.

A Jeff Bezos le gusta darse el tiempo para desayunar, leer el periódico y jugar golf. “Me gusta desayunar con mis hijos antes de que vayan a la escuela”, dijo Bezos en una reunión del Economic Club de Washington, DC. Según reportes, Bezos nunca programa reuniones matutinas para pasar tiempo de calidad con su familia.

A Steve Jobs le gustaba salir a caminar, tomar té de hierbas después de la cena, meditar y escuchar música antes de dormir. De acuerdo con GQ, el empresario declaró “el punto clave detrás de su éxito era cuidar su salud y ponerla como una de sus prioridades siempre”.

Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook comienza su día con una hora de ejercicio y una dieta saludable. También tiene una regla de “una cosa” para su trabajo, es decir, se enfoca en una tarea importante al día para evitar la multitarea y la falta de enfoque. Un líder disciplinado se destaca por tener persistencia, autocontrol y voluntad. Los hábitos de un líder disciplinado le permiten adaptarse a su entorno, incluso cuando las cosas no salen de la manera esperada.

Líderes del mundo en números

• Jeff Bezos: Amazon. Valor de mercado en tres años 450,000 mdd. Ganancias en bolsa en tres años 366%.
• Elon Musk: Tesla Motors. Valor de mercado en tres años 48,000 mdd Ganancias en bolsa en tres años 819%.
• Mark Zuckerberg: Facebook. Valor de mercado en tres años 376,000 mdd Ganancias en bolsa en tres años 563%.
• Tim Cook: Apple. Creación de valor de mercado en tres años 369,000 mdd Ganancias en bolsa en tres años 123%.
• Rihanna: Cantante, empresaria, dueña de Fenty Beauty y Fenty Skin. Se convirtió en la mujer multimillonaria más joven a los 34 años.
• Reed Hastings: Netflix. Valor de mercado en tres años 78,000 mdd. Ganancias en bolsa en tres años 1351%.
• Satya Nadella: Microsoft. Creación de valor de mercado en tres años 278,000 mdd. Ganancias en bolsa en tres años 84%.

Líderes… ¿Bendecidos o disciplinados?

En el mosaico cultural mundial, Japón se alza como un referente indiscutible en cuanto a disciplina y desarrollo. Esta nación ha cultivado una cultura arraigada en la disciplina que se refleja en todos los aspectos de la vida, incluido el ámbito empresarial.

Los cimientos de esta disciplina encuentran su base en valores como el respeto, la perseverancia y la autoexigencia, cuyos frutos se manifiestan en el liderazgo y el desarrollo de talento. La disciplina en Japón se manifiesta en la atención meticulosa al detalle y el esmero en cada tarea realizada. Desde la educación hasta la producción industrial, se busca la excelencia en cada paso.

Los estándares de calidad son estrictos y los japoneses se esfuerzan por superarlos constantemente. Esta disciplina se refleja en la puntualidad, el cumplimiento de horarios y la dedicación total en la labor. Parte integral de la cultura japonesa es el «kaizen», el concepto de mejora continua.

El Método Kaizen es un sistema de mejora continua en el que las pequeñas, pero constantes acumulan tras de sí grandes beneficios a largo plazo. Los japoneses no se contentan con el statu quo, sino que buscan siempre la manera de perfeccionar procesos y productos.

Esta búsqueda incansable de la excelencia se refleja en la formación de líderes empresariales. La disciplina en la formación es la clave para nutrir una generación de líderes enfocados en el aprendizaje constante y la adaptación a los cambios.

La disciplina japonesa también se manifiesta en el respeto por los demás y en la armonía social. Los líderes empresariales se esmeran en crear un ambiente de trabajo donde el respeto mutuo y la colaboración son fundamentales. Esta cohesión no solo mejora la eficiencia y la productividad, sino que también fomenta un sentido de pertenencia y compromiso entre los empleados.

El poder de la disciplina

En el vertiginoso mundo de los negocios, la forja de líderes empresariales capaces de impulsar el crecimiento y la innovación se erige como un pilar fundamental para el éxito organizacional.

El liderazgo efectivo no brota únicamente de carismas innatos, sino que encuentra su cimiento en la disciplina. En este contexto, el concepto de disciplina emerge como un elemento crucial que impulsa la formación y el desarrollo de líderes excepcionales. La disciplina se manifiesta como la capacidad de mantener un enfoque constante en metas a largo plazo, a pesar de los obstáculos y distracciones que puedan surgir.

Esta cualidad se vuelve esencial para los líderes, ya que implica adherirse de manera inquebrantable a una visión clara y una estrategia sólida, evitando las tentaciones de desviarse hacia soluciones más sencillas pero menos efectivas.

En este sentido, el cultivo de líderes empresariales disciplinados abarca no solo el dominio de habilidades técnicas, sino también la capacidad de liderar equipos y tomar decisiones fundamentadas. Dentro del proceso de formación de líderes, la disciplina emerge como una fuerza motriz que impulsa la mejora continua. Los líderes disciplinados comprenden la relevancia de la autorreflexión y la autoevaluación constante.

Someten sus acciones y decisiones a un escrutinio riguroso, identificando áreas de mejora y oportunidades de crecimiento. Esta práctica recurrente no solo fomenta la excelencia a nivel personal, sino que también establece un entorno organizacional en el cual la búsqueda constante de mejoras se convierte en la norma.

La disciplina también juega un papel preponderante en la gestión del tiempo y la priorización de tareas. Los líderes empresariales enfrentan una constante avalancha de demandas y responsabilidades. Aquellos que carecen de disciplina pueden caer en la trampa de la reactividad, saltando de una tarea a otra sin un rumbo definido.

Por otro lado, los líderes disciplinados trazan agendas meticulosamente planificadas, dando prioridad a las actividades en función de su impacto en los objetivos clave. Esta habilidad no solo aumenta la eficiencia personal, también establece un ejemplo en la cultura organizacional, destacando la importancia de la organización y la concentración.

La disciplina también influye de manera determinante en la forma en que los líderes enfrentan los desafíos y superan obstáculos. En un entorno empresarial frecuentemente impredecible y en constante cambio, los líderes disciplinados sobresalen al mantener la calma en medio de la adversidad.

En lugar de ceder al pánico o la impulsividad, recurren a su enfoque disciplinado para analizar problemas, identificar soluciones y tomar decisiones informadas. Esta habilidad no solo inspira confianza en los demás, también sienta las bases para una gestión efectiva de situaciones críticas.

Es fundamental diferenciar la disciplina de la rigidez.

Los líderes genuinamente disciplinados pueden adaptarse y evolucionar en función de las circunstancias cambiantes. Su disciplina no es una camisa de fuerza, sino un habilitador que les permite ajustar sus enfoques y estrategias sin perder de vista sus objetivos finales.

Esta capacidad de adaptación, enraizada en una sólida base de disciplina, es esencial para liderar en un entorno empresarial en constante mutación.

El poder de la disciplina en la formación de líderes empresariales es innegable. Los líderes disciplinados son aquellos que abrazan la búsqueda de la excelencia personal y organizacional, que fomentan la mejora continua y que enfrentan los desafíos con serenidad y determinación.

La disciplina trasciende las acciones individuales, permeando la cultura organizacional y estableciendo las bases para un crecimiento sostenible a largo plazo. En un mundo donde el cambio es constante y la competencia es inclemente, la disciplina se erige como el faro que guía a los líderes hacia el éxito en el panorama empresarial moderno.

7 factores que nos hacen fuera de serie

 En la preparación de mi siguiente libro, en el cual indago sobre los factores que resultaron cruciales para la formación de líderes mexicanos (valores familiares, educación formal e informal, mentores y experiencias críticas), me he encontrado con perfiles que tienen a la disciplina como un motor esencial. No obstante, hay otros elementos como la necesidad y hasta la fe o la esperanza.

• Hambre – la de la calle, la de la vida, la que obliga a resolver las necesidades
• Programación – ¿alguien te ha dicho que eres formidable?
• Mentores – Háblame de tu sensei… Tu Obi Wan Kenobi
• De compras – ¿qué educación te has comprado para fortalecerte en el camino?
• Chaleco espiritual – ¿eres bendecido, disciplinado o lo dejas al azar?
• Oportunidades – ¿las esperas, las provocas o las creas?
• Legado – ¿qué planeas dejar a los demás que vienen detrás de ti?

Fuente: Julieta Manzano. Cuenta con 30 años de experiencia en el área de Recursos Humanos. Licenciada en Administración, con Maestría en Dirección Internacional, Diplomado en Desarrollo Organizacional por el ITAM, y un diplomado Ashridge en Londres. Es responsable de nuevos negocios, negociaciones comerciales y desarrollo de nuevos productos en Mercer México. Autora del libro Diseñadores del futuro, rediseñando el mundo.

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