¿Se han preguntado tooodo lo que les pasa a los conductores de aplicaciones? Pues les tenemos anécdotas que nos contaron y nos dejaron en shock.
Desde anécdotas que parecen salidas de novelas hasta disparos en la cabeza, estas son algunas de las historias de terror de conductores de aplicaciones.
7 anécdotas del terror de conductores de aplicaciones
Les preguntamos a varios conductores de aplicaciones que si tenían historias interesantes para contarnos y nos contaron las más impactantes, pero a pesar de todos, son felices haciéndolo.
El viaje de la infidelidad
Hay personas que las despide alguien al inicio de viaje y durante el viaje ya le hablaron a su otra pareja, o que se van a otro lado, se bajan y le piden que siga el viaje para que la otra persona vea que sí llegó a su supuesto destino. Eso es más común de lo que nos imaginamos
Se le subieron 15 tipos
La más peligrosa, fue cuando después de un viaje, le cerraron el paso con un vehículo y eran unas 15 personas. Dejó a 2 personas, tipo 2 de la mañana, sobre la calle “Tarango”, alcaldía Alvaro Obregon. Lo bajaron del coche y lo registraron completo, a él lo hincaron y revisaron. Resultó que la calle, “fue” un punto de venta de sustancias ilícitas y esos hombres pensaron que él era de la banda rival y que había ido a inspeccionar la calle. Sin duda la peor de las experiencias.
El disparo en la cabeza
A un conductor lo asaltaron dos veces y en la segunda le dieron un balazo en la cabeza, y gracias a Dios se salvó.
Cuando hablo en inglés
Unos pasajeros estaban hablando entre sí de temas familiares (vinieron a visitar a su hija de UK). En un trayecto de Polanco a Coyoacán hablaron de la inseguridad del país, el miedo de dejarla sola, que la mayoría de la gente no habla inglés, etc.
En un momento tuvo que plantear una duda, ya que la plataforma cambió la ruta , la hizo en español pero al ver que no entendían, la hizo en inglés. Ahí se dieron cuenta que había entendido todo lo que venían platicando (causándoles risa y un poco de incomodidad) a los poco minutos lo integraron a la conversación, y se convirtió en guía de turistas y defensor de la CDMX.
La pareja incómoda
Se subieron tres pasajeros (2 chicas y un chico) en la tarde-noche, le pusieron dos destinos diferentes. Después de unos 30 min se bajó una de las chavas y se quedaron los otros dos, parecían pareja pero no le consta. La chava no venía en sus 5 sentidos. Llegando al segundo destino se bajó solo el chavo y le dijo que le pondría otra dirección para llevarla (desde el cel de la chava). A esto, le dijo que no, que no podía hacerse responsable de llevarla en esa condición y que era peligroso para él y para ella.
Propuso llamar a una patrulla para aclarar la situación y hacerlo de la mejor forma, el chavo le explicó que no era santo de devoción de la familia de la chava y que por eso no la quería llevar. Al final entendió su situación (terminó aconsejándolo como papá) y la acompañó a su casa para que estuviera mejor … fue de los primeros viajes y de ahí llegó a la conclusión de que urgía poner la cámara interior just in case.
El viaje de telenovela de las 9
Era un viernes de diciembre por la noche, un chico pide el servicio en cierta taquería muy famosa en CDMX, llamémosle Juan. El venía de cenar, quería que recogieran a su novia en un antro de Revolución y de ahí los llevaría a:
- Casa de Juan, si ella le hacía una escena de celos
- Un hotel, en caso que todo estuviera OK
- Dudaba de ir a su casa, porque estaba la hermana de la novia de visita
Como llevaba una hora de retraso para recoger a la novia, estaba muy ansioso y nervioso, y resulta que iba tarde porque estaba cenando con ¡¡la amante!!
Juan sospechaba que la novia sabía todo, lo cacharía y habría un pésimo desenlace. Al final, los dos abordaron el auto, todo fue miel sobre hojuelas, y el chico solo lo veía por el espejo con una sonrisa y mirada de complicidad, pues él sabía toda la historia. BTW, el destino final fue el hotel.
¡Traía cuchillo!
Un viernes por la noche de abril, un hombre pide el servicio, aborda el auto y pide irse adelante, al subirse, se percata que trae un cuchillo, pico o algo, donde el maneral estaba con cinta de aislar, ¡sospechoso!
A los pocos segundos, el hombre se empieza a sentir incómodo porque lo que traía se le estaba enterrando en la pierna y se empezó a mover discretamente. En ese momento se orilló, pidió que se bajara del auto y tras un ligero enfrentamiento, aceptó bajarse y cancelar el viaje. Mientras todo esto sucedía, solo veía su arma en la mano y escuchaba frases como:
- “Todo va a estar bien, no te va a pasar nada”
- “Es que traigo esto porque vamos a una zona conflictiva”
- “No estés nervioso, no te voy a hacer nada”
Por fortuna se finalizó el viaje y el hombre no se le acercó.