W Radio cumple 95 años y recordamos la historia espectacular de esta estación que nos ha dado muchísimo.
La radio es algo que siempre está con nosotros, en el tráfico, en la oficina, los fines de semana y hasta en las noches que andamos melancólicos y hay una estación que nos ha acompañado a varias generaciones. W Radio cumple 95 años y decidimos contarles un poco de historia de nuestra estación mas querida.
W Radio cumple 95 años
En el ajetreo del día a día, con la prisa de las reuniones, los correos que no se detienen y las agendas que parecen llenarse por arte de magia, a veces olvidamos la importancia de las cosas que nos acompañan en silencio. Cosas tan simples como la música que escuchamos de camino al trabajo o las voces que nos narran las noticias que mueven el mundo. Y si hay una voz que ha marcado a México, esa es la de W Radio.
No es solo una estación. Es un eco, una memoria colectiva que ha resonado en nuestros hogares y en nuestros trayectos por 95 años. Celebrar su aniversario es, de alguna manera, celebrar nuestra propia historia, la de un país que ha crecido y se ha transformado al ritmo de las ondas hertzianas.
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Un inicio de película: La XEW
Todo comenzó un 18 de septiembre de 1930. Imaginen la escena: la Ciudad de México, aún con ese aire de modernidad incipiente, presenciaba el nacimiento de una de las estaciones más emblemáticas del continente. La XEW, «La Voz de la América Latina desde México», no solo era una emisora, era un faro cultural.
En esa época, la radio no era un simple complemento, era el centro del entretenimiento familiar. Todos se reunían alrededor de un aparato que, con sus sonidos, las transportaba a otros mundos. Eran los años de oro, donde las radionovelas, con sus tramas llenas de amor, traición y misterio, nos mantenían al borde del asiento. ¿Quién no recuerda a Donato y su romance imposible, o a los villanos que nos hacían apretar los puños? La XEW no solo transmitía historias, las creaba en nuestra imaginación. Nos enseñaron a visualizar sin ver, a sentir sin tocar y a soñar sin dormir.
La era de los locutores legendarios
Pero una estación no es solo su programación, es la gente detrás de los micrófonos. Y la XEW, en particular, fue hogar de algunas de las voces más queridas y respetadas de la historia. Locutores con un estilo único, una cadencia inconfundible y esa capacidad de hacernos sentir que hablaban directamente con nosotros. Eran los amigos a los que visitábamos cada mañana y cada tarde.
Ahí estaba la voz profunda de Pedro de Lille, el dinamismo de Alfonso Lira y, por supuesto, la elegancia de don Ricardo Rocha, que con su programa “Para gente grande” nos enseñó a ver la realidad con otra perspectiva, con una mirada más aguda y consciente. No eran solo locutores, eran consejeros, confidentes y, en muchos casos, maestros de vida.
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De la XEW a W Radio: Una transformación con esencia
Con el paso del tiempo, las cosas cambian. La tecnología avanza, el mundo digital nos alcanza y, para seguir siendo relevantes, hay que evolucionar. Fue así como la XEW se transformó en W Radio. Pero esta no fue una simple transición de nombre. Fue una reinvención que mantuvo viva la esencia.
W Radio, con su nueva identidad, se abrió a un abanico más amplio de temas. La música, las noticias de última hora, el análisis político y los programas de estilo de vida, que hoy nos ayudan a entender y a vivir mejor, se convirtieron en el corazón de su oferta. Se sumaron nuevas voces, nuevas ideas, pero con la misma calidad y ese compromiso con la verdad que siempre la ha caracterizado.
En esta nueva etapa, hemos visto desfilar a figuras que nos han acompañado por años. Desde los debates agudos de Carlos Loret de Mola, los grandes especialistas de Martha Debayle, hasta la visión de Gabriela Warkentin y las risas y diversión con «La Corneta» de Videgaray y «la estaca». Y cómo olvidar los segmentos dedicados a la cultura, la gastronomía y el bienestar que nos inspiran a ser mejores cada día.
La magia de la radio hoy
En un mundo saturado de pantallas, notificaciones y distracciones, la radio conserva una magia muy particular. Nos permite hacer varias cosas a la vez, nos acompaña mientras trabajamos, mientras conducimos o mientras hacemos ejercicio. Es una compañía fiel que no nos exige toda nuestra atención, pero nos la roba por completo con una buena historia, un dato interesante o una melodía que nos mueve.
W Radio ha sabido adaptarse sin perder su alma. Ha entendido que, más allá de los formatos, lo que realmente importa es el contenido, la conexión humana y la capacidad de informar, entretener e inspirar. Celebramos los 95 años de W Radio recordando en nuestra memoria los momentos históricos, conversaciones, música y una relación que, en esencia, se basa en la confianza.
Así que, la próxima vez que sintamos la música o la voz de alguno de sus grandes locutores en W Radio, tomémonos un momento para apreciar su legado. No es solo un sonido de fondo; es la banda sonora de nuestras vidas, un testigo silencioso de nuestros triunfos y nuestras caídas, un amigo que ha estado ahí, con nosotros, a lo largo de nueve décadas y media.
