RIE trabaja con “grupos de juego” para cada edad, en donde el niño se siente útil, se conoce y empieza a construir una buena autoestima.
Para lograrlo, se hablan de seis principios básicos:
1. Confianza en sus capacidades
Este punto parte de la certeza que desde recién nacido, está ansioso de aprender las cosas para las que está listo, por lo que nosotros debemos estar seguros de su capacidad de ser un iniciador y un explorador. Además, darle tiempo para desarrollarse a su ritmo y no al nuestro, para así permitirle adquirir maestría en sus propias habilidades.
2. Observación sensitiva
Debemos observarlo cuidadosamente para entender y apreciar la enorme cantidad de procesos y destrezas que aprende durante sus primeros años de vida y reconocer qué puede hacer por sí solo o en qué todavía necesita ayuda.