Con Odette Serrano
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Durante la lactancia, aumentan las demandas nutricionales de la madre, en cuanto a carbohidratos, vitaminas, calcio, proteínas y otros nutrientes. Debe de haber restricción de ciertos medicamentos durante este periodo y el alcohol conviene evitarse o beberse con mucha moderación porque pasa directamente a la leche materna.
Según un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, se requieren nada menos que 700 calorías extras para producir 850 ml. de leche al día.
Una investigación publicada en The FASEB Journal revela que las mujeres embarazadas que ingieren más colina de la recomendada tienen hijos que responden mejor al estrés.La colina es un nutriente esencial que se encuentra en los complejos de vitamina B y es muy abundante en los siguientes alimentos:
– Espinacas
– Germen de trigo
– Amarantos
– Toronja
– Cacahuates
– Almendras
Esta hormona es importante ya que provoca la respuesta al estrés, pero una elevada producción de la misma puede llegar a producir problemas como el estrés crónico y enfermedades cardiovasculares. La deficiencia de colina puede provocar enfermedades hepáticas, arteriosclerosis y posiblemente desórdenes neurológicos. Un pequeño estudio descubrió que los complementos de colina reducían los síntomas de rinitis alérgica.
Recomendaciones generales:
1. Consume más proteíanas: frijoles, lentejas, habas, soya
2. Vigila el consumo de grasas: Evita las de origen animal y prefiere los aceites vegetales
3. Come más frutas y verduras: Aportan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes (elige las de temporada)
4. Incluye una variedad de cereales: Avena, trigo, maíz y cebada, de preferencia no refinados y en presentaciones de granos enteros y molidos; sin olvidar sus productos derivados, como pan y pastas
No es necesario ingerir algo específico para ampliar o garantizar la generación de leche, pues eso lo determina la demanda del bebé.
Mitos y realidades
Calcio: la madre requiere compensar el que suministra a través de la lactancia. Se sabe que este incremento no tiene un impacto significativo en las necesidades nutrimentales de calcio. Siempre y cuando se haya consumido una cantidad adecuada en la alimentación diaria. Este mineral está presente en:
– Anchoas, sardinas y salmón
– Tortillas de maíz
– Cereales y granos enteros
– Verduras de hojas verdes
– Frutos secos como almendras y nueces
– Tofu o queso de soya
Hierro: La leche materna contiene una pequeña porción de hierro, fácilmente asimilable por los bebés. Es importante considerar que como el ciclo menstrual se restablece alrededor del sexto mes posparto, la cantidad que necesita el organismo es similar a la de cualquier otro momento de la vida reproductiva. Principalmente lo encuentras en:
– Carne
– Verduras verdes
– Cereales integrales
– Leguminosas
– Frutos seco
Agua: Es común pensar que la mujer lactante requiere hidratarse en abundancia para tener una producción adecuada de leche. Sin embargo no existe evidencia que apoye esta idea. Si experimenta más sed de lo habitual, debe consumir el líquido suficiente para saciarla.
Dieta vegetariana: Si está equilibrada, generalmente no presenta problemas con el contenido nutrimental de la leche. En ocasiones puede ser necesario utilizar complementos de vitamina B12.
Pérdida de peso: Recuperar la figura después del parto es un proceso que puede durar varios meses. Una parte del que se obtiene durante el embarazo funciona como reserva de energía y se utiliza en la demanda de calorías propia de la lactancia. En una mujer que da pecho, la reducción debe ser paulatina (aproximadamente 500 gramos por semana), pues necesita energía y nutrientes para tener una salud óptima.