¿Alguna vez te has encontrado en ese espacio difuso entre ser amigos y algo más? Hoy vamos a hablar de las relaciones de ‘casi algo’. ¿Son solo amistades con un toque romántico, o hay algo más profundo en juego? Estas relaciones ambiguas desafían las etiquetas convencionales, pero también pueden ser un arma de dos filos. ¿Es posible encontrar equilibrio y felicidad en estas relaciones, o estamos navegando en aguas emocionales inciertas?
Digamos que es una mezcla de amistad y romance, sin compromisos formales ni etiquetas. Por ejemplo: dos personas comparten momentos íntimos y emocionales, pero sin definir su relación como pareja. Digamos que son más que amigos, menos que pareja. Sin exclusividad o compromiso formal.
Las relaciones «casi algo» son ambiguas. A diferencia de una relación abierta, donde hay un acuerdo explícito entre las partes para ver a otras personas manteniendo su relación o una de amigos con derechos donde la relación de amistad y sus límites están establecidos, una relación «casi algo» carece de definición y reglas claras.
Por ejemplo:
Hay diversas razones. Para algunos, esta dinámica ofrece la comodidad y el apoyo emocional de una relación sin las responsabilidades y expectativas que conlleva un compromiso más serio. Las razones son variadas:
A veces, personas que inicialmente no están de acuerdo con las relaciones de «casi algo» terminan involucrándose o manteniéndose en ellas. Algunas razones son:
Si este tipo de relación no es lo que realmente se quiere, a largo plazo pueden llevar a sentimientos de incertidumbre, frustración y ansiedad. La falta de claridad y el miedo a expresar deseos y expectativas pueden generar un estrés emocional significativo. En algunos casos, esto puede afectar la autoestima y la capacidad de establecer relaciones futuras más claras y saludables. Por ejemplo, alguien puede sentirse constantemente ansioso por no saber dónde se encuentra realmente en la relación, afectando su tranquilidad y paz mental.
En la relación romántica en desarrollo, hay un progreso claro hacia un compromiso, o al menos la intención de algo más formal a futuro. Una relación de «casi algo» se estanca en la ambigüedad sin una progresión definida hacia un estado más formal.
Las relaciones “casi algo” pueden ser confusas y dolorosas, especialmente si una persona involucrada quiere algo más serio y la otra no. Aunque algunas personas pueden preferir este tipo de relación porque les permite tener una conexión emocional y física con otra persona sin tener que comprometerse a largo plazo, conviene tener en cuenta que pueden generar incertidumbre y falta de compromiso, lo cual impacta negativamente en nuestra salud emocional y autoestima
En general, las relaciones saludables se caracterizan por el respeto, la honestidad, la verdad, la igualdad y una buena comunicación. Cuando una relación es saludable, ambas partes están contentas con la relación la mayoría del tiempo. Si bien las relaciones “casi algo” pueden ser emocionantes y divertidas, es importante tener en cuenta que no son para todos y que pueden ser perjudiciales para nuestra salud mental y emocional.
En las relaciones de «casi algo», uno de los desafíos más comunes es el desequilibrio en las expectativas y deseos de las partes involucradas. Es importante tener en cuenta que las relaciones “casi algo” pueden ser confusas y dolorosas, especialmente si una persona involucrada quiere algo más serio y la otra no. Veamos algunas posibilidades:
Si tú quieres más pero tu pareja no: Comunicación abierta: Exprésale a tu pareja tus sentimientos y deseos de una manera honesta y tranquila. Evita presiones o ultimátums.
Respeta sus sentimientos: Acepta que tu pareja puede tener una perspectiva diferente y que está en su derecho de no querer más de la relación.
Imagina que le dices a tu pareja: «He estado pensando mucho en nosotros y me gustaría saber si ves alguna posibilidad de que esto se convierta en algo más serio».
Reevalúa la relación: Si tu pareja no desea lo mismo, considera si estás dispuesto a continuar en la relación tal como está o si es mejor para ti alejarte.
Si tu pareja quiere más pero tú no:
Honestidad: Es crucial ser honesto sobre tus propios sentimientos y límites.
Cuida sus sentimientos: Hazlo con sensibilidad, reconociendo la valentía que implica expresar esos deseos.
Podrías decir: «Aprecio mucho lo que tenemos y tu honestidad, pero por mi parte, no me siento listo para avanzar hacia algo más serio».
Reevalúa la relación: Considera si es justo para ambos seguir en la relación, dado el desequilibrio en los deseos y expectativas.
Si ambos quieren, aún así hay desafíos:
Aceptar la incertidumbre: Conciencia de que la relación puede ser ambigua y que no siempre sabremos hacia dónde va.
Respetar los límites de la otra persona: Es importante no presionar a la otra persona para que haga algo que no quiere hacer. Estar preparado para aceptar la posibilidad de que la relación no funcione y que ambas partes puedan seguir adelante.
Esto incluye, por ejemplo, que la otra persona te haya dicho que no le gustaba el compromiso y que, luego de ya no estar juntos, te enteres que ya se ha comprometido con alguien.
Especialista: Mario Guerra. Psicoterapeuta, tanatólogo, coach ontológico, hipnoterapeuta certificado internacionalmente, conferencista y nuestro rockstar del amor.
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