Las relaciones duraderas no se basan en el amor

¿Las relaciones duraderas no se basan en el amor? Les explicamos si realmente el amor puede todo o es un conjunto de emociones y compañerismo.

¿Las relaciones duraderas no se basan en el amor? Les explicamos si realmente el amor puede todo o es un conjunto de emociones y compañerismo.

Pues no todo es amor, cuentahabientes. Si quieren saber el secreto de las relaciones duraderas, quédense a escuchar a Cristóbal Amo que nos va a decir qué se necesita.

Lo que sabemos sobre el amor

El sentimiento de un amor romántico intenso dura sólo entre 18 meses y tres años. Una investigación publicada por la Society for Personality and Social Psychology dice que basta con COOPERAR una vez a la semana para que la vida en pareja funcione.

Uno puede enamorarse en cuatro minutos: lo que toma hacerse de la primera impresión. Estudios demuestran que las personas se sienten atraídas por otras en función de su propia autoestima: personas que tienen una posición similar en cuanto a atractivo físico, logros y posición social.

Las relaciones duraderas no se basan en el amor

A veces el amor NO todo lo puede. Hay diferentes componentes que hacen que una pareja triunfe o que fracase y en estos componentes no está el amor.

Se trata de tener conversaciones incómodas cuando corresponda

Saber responder a situaciones complejas y hacer que esa persona tenga la misma capacidad de respuesta. Una charla difícil a tiempo nos evita futuros malentendidos, ayuda a digerir las noticias y, sobre todo, disipa los miedos.

Ejemplos de conversaciones incómodas:

• Los ex. Hablar con libertad de las relaciones pasadas da mucha información acerca de lo que buscamos en la actualidad, de cómo nos sentimos y qué queremos vivir a partir de ahora.
• «¿Qué somos?» Nos incomoda exigir responsabilidad afectiva a quienes conocemos de hace relativamente poco, pero estar sufriendo a expensas del siguiente movimiento de la otra persona no es sano ni es justo.  Al tiempo, es importante encontrar un equilibrio justo entre la situación de ambos miembros para poder hacer planes y tomar decisiones sin que ninguno de los dos deba sufrir por ello.
• Un pasado oscuro. En el mejor de los casos, una pareja supone un apoyo incondicional que nos ayuda a revisar nuestra historia y a reconciliarnos con ella en la medida de lo posible.

¿Qué tan adaptable eres para vivir en pareja?

Se trata de hacer acuerdos y mejorar

El poder de hacer acuerdos es lo que aleja a las parejas de esas nociones pasivas y problemáticas del amor romántico y las lleva a tomar la rienda de sus vidas amorosas. Lo bueno de un acuerdo es que proporciona un espacio seguro para que expreses deseos o preocupaciones que son difíciles de discutir.

Llegar a acuerdos es lo que puede ayudar a crear una nueva unidad, una especie de «tercero», un «vínculo» o un «nosotros».

Apoyarse mutuamente

Una característica especial de las parejas duraderas es que piensan como equipo, y cada uno celebra los logros del otro como si fuesen propios.

Además de tener una meta en común como pareja, una visión de vida en conjunto, esto es fundamental y necesario si se quiere que la relación se fortalezca. Cuando la otra parte tenga nuevos proyectos, nuevos retos que enfrentar o quizás nuevos sueños, el saber que su compañero está allí para apoyarlo sin juicios, aparece el complemento más sólido de una relación.

Estar abierto a recibir apoyo es crucial para una relación conectada y solidaria. La investigación ha encontrado que estar abierto a recibir apoyo emocional y social está vinculado con una mayor salud en general. También es ser capaz de dar apoyo directo a la otra persona, no solo recibirlo voluntariamente.

Se trata de construirse día a día

Una relación sana se construye día a día con todas las interacciones que se tienen con la pareja, esto significa tomar decisiones en cada momento, compartir, cuidar, comunicarse de manera efectiva y controlar las emociones.

Es importante poner atención a la comunicación, ya que discutir y pelear no resuelve los conflictos, hay que aprender a comunicarse de manera efectiva y dejar de confundir las discusiones con comunicación. Es necesario ser responsable de las actitudes, respuestas y cuidado de la pareja para construir una relación sana y feliz.

Se trata de tener conflictos y molestarse, cuando toque, pero arreglarlos

Una vez que se convive diariamente con la pareja surgen una serie de conflictos que llevan a que uno u otro intente imponer su criterio o lo que crea que es mejor según lo que ha vivido o según su historia. Esto pasa porque a veces venimos cargados con traumas del pasado y queremos que la otra persona los resuelva, porque a veces no hay un equilibrio entre lo que damos y lo que recibimos.

Fuente: Cristóbal Amo. Licenciado en Ciencias Económicas, youtuber y especialista en Terapias Cuánticas, Descodificación Natural.

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