Cuentahabientes, les pregunto, ¿las decisiones que han tomado los han llevado a donde realmente quieren estar, ser lo que quieren ser y a tener lo que quieren? Viene Rebeca Muñoz a darnos una guía para saber cómo tomar buenas decisiones y no andar por ahí sin brújula.
Las decisiones que he tomado, ¿me han llevado a donde realmente quiero estar, me han acercado a ser la persona que realmente quiero ser, a tener lo que quiero?, que es la trilogía fundamental de existencia SER-HACER-TENER.
Y para responderla, hay que repasar cinco puntos:
Las personas que no asumen al 100% su capacidad de responsabilidad entonces de manera inevitable se van al otro lado, es decir a la victimización, encuentran en alguien o algo externo a ellos el obstáculo que les impide asumir toda su responsabilidad.
Es donde aparece el “es que” o “pero” o cualquier otra palabra que ayude a cumplir socialmente a evitar la responsabilidad.
Cuando somos pequeños hay alguien que se hace responsable de nosotros (nacimiento a la mayoría de edad). Aquí somos totalmente dependientes. Hay alguien más que se ocupa de nuestra toma de decisiones, inmadurez. Se tiene que dar un gran salto para pasar de esta primera etapa a la segunda, es un salto fuerte e incluso doloroso, pero debe de ser claro. Si esto se da entonces:
Aquí comienza otro elemento importantísimo en la toma de decisiones: la ACCIÓN. Responsabilidad NO es lo mismo que Cumplir, responsabilidad es la habilidad para responder y es la gran diferencia entre los ganadores y los perdedores.
Al 90% de las personas no les suceden las cosas que quieren porque NO saben qué quieren. Dicen que no hay viento favorable para el que no sabe hacia dónde va.
Recordar que somos LIBRES DE ESCOGER
Los resultados de nuestras elecciones están enmascarados por la emoción y la diversión temporales, pero debemos permanecer alerta y ser conscientes de adónde nos llevarán nuestras elecciones.
No siempre está claro determinarlo, pero podemos preguntarnos: «¿Esto que elijo me llevará por un camino hacia la paz y la seguridad, o acabará limitando mis opciones y mi poder interno?» o «¿Qué me indica mi instinto y mi brújula interna?» y, por último, «¿Le aconsejaría a mi hijo que tomara esta decisión?»
Tomar decisiones cuando emocionalmente se está afectado, asegura una mala toma de decisiones. No se toman decisiones en momentos de crisis emocionales. No se toman decisiones con la tripa, sino con la cabeza.
Las decisiones a corto plazo tampoco te ayudarán a consolidar el futuro que quieres. Hay tres elementos del tiempo que influyen en el proceso de toma de decisiones:
El éxito de las decisiones se produce cuando estos tres tiempos se tienen debidamente en cuenta en el proceso de toma de decisiones.
Rebeca Muñoz. Mind Coach, conferencista internacional, autora de Elige Positivo, Las 8 leyes de la Inteligencia Emocional. Experta en inteligencia emocional y sistema de creencias.
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