Tener un padre ausente y una madre sobreprotectora son 2 cosas muy peligrosas en la crianza de los hijos, pero ¿Qué pasa si los tenemos? Entonces tendrás el peor combo posible de crianza.
Todos creemos que un niño merece una crianza digna ¿verdad? pues algunas personas no son capaces de hacerlo, algunos padres omiten a sus hijos y prácticamente los dejan a un lado, pero ¿Qué pasa con el otro lado de la moneda? pues debemos decirte que la sobreprotección y trato especial de una madre tampoco es algo muy recomendable, no es que ser buena con tu hijo sea malo, pero la toxicidad que llegan algunas madres si.
El daño del padre ausente
Por un lado tenemos a papá, quien debería cuidarte y estar ahí para ti, o al menos eso es lo ideal, pero ¿Qué pasa cuando simplemente no esta ahí? El abandono de los padres casi suena a algo trillado, pero no por eso quiere decir que sea menos cierto, con esto no nos referimos al quemado chiste del padre que abandona a la familia, pero si cuando el padre expresa una falta de interés por sus hijos, cuando ni siquiera se molestan en ver como estás los pequeños.
¿Acaso eso no provocaría algo en los hijos? Pues la verdad es que esto si que provoca algo en ellos y para nada es algo agradable, este desapego y abandono genera una necesidad en ellos, una que los motivará a buscar la aprobación constante de cualquier persona que lo haga sentir mejor y eso puede ser muy peligroso para alguien que no tuvo guía en la edad temprana.
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Cualquier niño preferiría mil veces ser regañados a ser ignorados por sus padres, al menos con los regaños se sentirían como si su padre los noticiara, pero el ignorar a sus hijos provoca problemas de autoestima, si tu padre no les hace caso entonces ¿Por que otros deberían? eso y otra clase de preguntas llenaran la cabeza de los hijos y poco a poco dañaran el autoestima que debería estar contrayéndose.
Problemas con la madre sobreprotectora
Ya vimos un poco sobre los papás, pero, ¿qué pasa con las madres? pensaríamos que ellas tratarían de equilibrar la balanza ¿no? pues si, ellas tratan de corregir un poco de ese daño, pero su forma de hacerlo no es para nada sana.
Todos hemos escuchado sobre la típica madre sobreprotectora, pero no podemos confundir esa palabra con «consentidora» pues no es lo mismo estar tan al pendiente del niño a solo «cumplir sus caprichos».
La atención exagerada que muestran estas madres les da poca libertad real a los niños, el como celebran sus «logros» les impone ya sea una arrogancia sin fundamentos (O sea que no se ha ganado) o llegan a poner una expectativa propia muy alta, tan alta que los pequeños creerán que no pueden lograrla (Aún cuando lo hayan hecho) y se sentirán indignos de cualquier cumplido o satisfacción con sus logros.
Puede que las madres no tengan malas intenciones, digo ¿Qué madre no quiere apoyar a sus hijos? pero su forma de «apoyar» es justamente la otra cara de la moneda, un interés tóxico no compensa el desinterés de la otra parte, y viceversa, ya que a fin de cuentas las dos son actitudes que no harán más que traer problemas en el desarrollo de los niños.
¿Por qué lo hacen los padres?
Al analizar esto uno puede irse por la respuesta fácil y simplemente decir: «Ese señor es irresponsable» y «Esa señora solo malcría a su hijo» , al menos eso es lo que se ve desde un punto muuuy pero muuuy superficial, cuando la verdad es que los padres también están sufriendo.
Es fácil juzgar desde el exterior, y ojo, que no tratamos de justificar estas conductas, pero es importante entender de donde vienen, en el caso de los padres, ellos tratan de curarse así mismos de sus problemas, creen que si no llevan algo negativo a casa entonces «todo estará bien» pero la realidad es que deciden no llevar NADA en lo absoluto, y es justamente eso lo que termina afectando a los niños.
Mientras que por el otro lado tenemos a la madre, quien trata de sanar al «ayudar» al niño, ella cree que si corrige los errores del pasado (Los que le hicieron a ella) entonces su hijo crecerá más sano y en la practica tiene sentido ¿no? bueno pues es justo en la practica donde los problemas empiezan.
El simple hecho de tratar de «arreglar» algo ajeno sin la suficiente información o conocimiento te llevara al fracaso, ya que no puedes asegurar que tu caso sea exactamente el mismo que el del hijo y todo ese «apoyo» no hará más que crear una falsa seguridad.
Con todo esto podemos ver como cada esfuerzo (o falta del mismo) termina por afectar al pequeño, quien pensara que no es lo suficientemente bueno, o que nunca llegara a la meta impuesta (aún cuando lo logre) haciendo que viva en una eterna búsqueda de aprobación, tanto de otros como del mismo.
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¿Se puede hacer algo para evitarlo?
Los padres que expresan estas conductas tienen cosas que deben sanar, todos necesitamos sanar y no hay vergüenza en eso, pero deben comprender una cosa: No lo lograran al ignorar o poner todo ese peso sobre sus hijos. Deben buscar ayuda verdadera, comenzar el viaje de sanación y así tal vez puedan llegar a poder ayudar a sus hijos, con sus limites claro.