Para todos aquellos que andan con síntomas de gripa, no se pueden perder esto, que acuérdense que ahora la gripe anda con todo en tiempo de calor, frío y hasta en verano.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen unos mil millones de casos de gripe estacional; de estos, entre tres y cinco millones son graves. El National Institutes of Health explica que la gripe estacional es una infección vírica aguda con una incidencia anual del 5-10% en adultos y del 20-30% en niños.
Según la OMS, la gripe causa hasta 650 mil muertes al año. En los países industrializados, la mayoría de las muertes relacionadas con la gripe se producen en personas de 65 años en adelante. El catarro causa entre 290 mil y 650 mil muertes respiratorias al año.
Según el National Institute of Health, la conjuntivitis viral es la causa más frecuente de conjuntivitis, representando hasta el 80% de todos los casos. Las condiciones climáticas del invierno favorecen la aparición de conjuntivitis vírica, ocasionada por los mismos virus que provocan los procesos gripales, según una investigación de la Clínica Baviera.
Según datos de la Secretaría de Salud de México, la conjuntivitis tiene una prevalencia general en el país del 5 al 7 %, y se eleva hasta 20 puntos porcentuales en la temporada invernal por la presencia de mayor cantidad de polvo o polen en el ambiente.
El resfriado común es una de las enfermedades más frecuentes en todo el mundo. Se estima que un adulto promedio puede experimentar síntomas de gripa de 2 a 4 veces al año, mientras que los niños pueden tener aún más.
Aunque el resfriado puede ocurrir en cualquier época del año, es más común durante los meses de otoño e invierno. Se estima que los costos asociados con el ausentismo laboral y la atención médica suman cifras considerablemente altas a nivel mundial.
Virus: La influenza es causada por los virus de la influenza A y B. Estos virus son altamente contagiosos y pueden provocar brotes estacionales y pandemias. En general, el impacto en los ojos durante un resfriado común suele ser leve y temporal. Sin embargo, se recomienda mantener una buena higiene, evitar tocarse los ojos con las manos sin lavar y buscar atención médica si se presentan complicaciones oculares significativas.
¿Por qué lloran los ojos cuando tengo gripa?
Se liberan citocinas e histamina que hacen que los vasos capilares de la conjuntiva se dilaten y se hinche la conjuntiva.
¿Por qué se ponen rojos cuando tengo gripa?
La conjuntiva crea folículos que son cúmulos de células inflamatorias y hacen la conjuntiva rugosa.
¿Por qué da comezón?
La histamina ocasiona irritación de los nervios ciliares que se traduce como comezón.
Conjuntivitis. Al sonarnos las partículas virales pueden viajar a través del conducto naso-lagrimal a la conjuntiva, ocasionando una conjuntivitis viral. La conjuntivitis es una inflamación de la membrana transparente (conjuntiva) entre el párpado y el globo ocular.
Cuando los pequeños vasos sanguíneos de la conjuntiva se hinchan e irritan, se hacen más visibles. Esto es lo que hace que la parte blanca del ojo se vuelva rojiza o de color rosa. La conjuntivitis también se conoce como “ojo rosado”.
Esta suele producirse por una infección viral. También puede producirse por una infección bacteriana, una reacción alérgica o, en el caso de los bebés, un conducto lacrimal que no está completamente abierto. Aunque la conjuntivitis puede ser molesta, rara vez afecta la visión.
Síntomas
Causas
La mayoría de los casos de conjuntivitis se debe al adenovirus, pero también puede ser a causa de otros virus, como el virus del herpes simple y el virus de la varicela-zóster.
Tanto la conjuntivitis viral como la bacteriana pueden ocurrir junto con resfriados o síntomas de una infección respiratoria, como el dolor de garganta. El uso de lentes de contacto que no se limpian adecuadamente o que no son propios puede causar conjuntivitis bacteriana.
Ambos tipos son muy contagiosos. Se diseminan a través del contacto directo o indirecto con el líquido que drena del ojo de alguien infectado. Pueden estar afectados uno o ambos ojos.
Complicaciones
La conjuntivitis puede causar una inflamación en la córnea que tal vez afecte la visión tanto en niños como en adultos. Consulta a tu médico si tienes lo siguiente:
Tratamiento
Por lo general, el tratamiento de la conjuntivitis se centra en el alivio de los síntomas.
El Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico de Madrid, ha reportado que “la conjuntivitis aparece aproximadamente en uno de cada diez pacientes afectados de COVID-19”.
Esta infección ocular “suele ser leve, se manifiesta como ojo rojo y lagrimeo, que no requiere tratamiento específico. No obstante, se han descrito también aumento de lesiones vasculares retinianas, como trombosis venosas, e incluso raros casos de inflamación ocular o uveítis”.
El coronavirus puede causar una conjuntivitis folicular leve, de mucha menos gravedad que las conjuntivitis producidas por los adenovirus, que son los microorganismos que más comúnmente causan esta patología. Esta conjuntivitis se denomina folicular porque produce este tipo de reacción inflamatoria en la conjuntiva.
En las personas que han desarrollado la COVID-19, el coronavirus está presente en las lágrimas y en algunas secreciones oculares, como pueden ser las legañas. Por eso, hay que extremar las precauciones para evitar la transmisión del virus a través de estas secreciones, evitando tocarse los ojos y en determinados casos utilizando gafas de protección ocular.
Síntomas
Tratamiento
El tratamiento de la conjuntivitis folicular leve se basa, sobre todo, en medidas de soporte; es decir, en la aplicación de suero, paños fríos y colirios antihistamínicos si hay picor. Recuerda que los lavados con suero fisiológico van a ayudar a aliviar el picor y a combatir la sensación de tener un cuerpo extraño dentro del ojo.
La uveítis es una forma de inflamación ocular. Afecta la capa media del tejido de la pared ocular (úvea). Las señales de advertencia de la uveítis suelen aparecer de repente y empeorar con rapidez. Estos incluyen el enrojecimiento del ojo, dolor y visión borrosa. La afección puede ocurrir en uno o ambos ojos, y puede afectar a personas de todas las edades, incluso a niños.
Las posibles causas de la uveítis son: una infección, lesión o enfermedad autoinmunitaria o inflamatoria. Muchas veces no se puede identificar la causa. La uveítis puede ser grave y provocar la pérdida permanente de la visión. El diagnóstico y el tratamiento tempranos son importantes para prevenir complicaciones y preservar la visión.
Síntomas
Causas
Un trastorno autoinmune o inflamatorio que afecta a otras partes del cuerpo, como la sarcoidosis, el lupus eritematoso sistémico o la enfermedad de Crohn. La espondilitis anquilosante, un tipo de enfermedad inflamatoria que puede hacer que algunos de los huesos de la columna vertebral se fusionen, lo que provoca dolor de espalda. La uveítis es una de las complicaciones más comunes de la espondilitis anquilosante. Una infección, como la enfermedad por arañazo de gato, el herpes zóster, la sífilis, la toxoplasmosis o la tuberculosis.
Tratamiento
Si la uveítis es causada por una afección subyacente, el tratamiento puede centrarse en esa enfermedad. En general, el tratamiento de la uveítis es el mismo, independientemente de la causa, siempre y cuando no sea infecciosa.
El objetivo del tratamiento es reducir la hinchazón en el ojo, y en otras partes del cuerpo, si está presente. En algunos casos, el tratamiento puede ser necesario durante meses o años. Existen varias opciones de tratamiento.
La higiene ocular adecuada, como el lavado de manos y evitar tocarse los ojos, puede ayudar a prevenir la propagación del virus al sistema ocular.
Las personas con problemas oculares preexistentes deben ser especialmente cautelosas y seguir las indicaciones de sus profesionales de la salud.
Especialista: César Sánchez Galeana. Cirujano oftalmólogo. Estudió en la Universidad La Salle. Alta Especialidad en Cirugía refractiva, Catarata y Glaucoma.
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