Si viven pensando en todo lo malo que puede pasar en su vida, chance y están padeciendo la «terribilitis», por eso Rafael Santandreu nos explica cómo hacerle para que no nos pase.
¿Qué es la «terribilitis»?
La terribilitis es la madre de toda enfermedad emocional. De hecho, todas las personas con depresión, ansiedad, estrés, celos patológicos, etc, lo que tienen es terribilitis, la tendencia a calificar de ¡terrible! cosas que no lo son.
Por ejemplo: Si me deja la novia, eso sería terrible; si me quedo sin empleo… eso sería terrible… si me han dicho algo desagradable en el trabajo… eso es intolerable (que es lo mismo que ¡terrible!).
Entonces, tu psicología consiste en decir que nunca pasa nada. Eso parece demasiado fácil. Es como decirse: “me ha dejado mi mujer… no pasa nada, me voy a bailar”; O me despiden del trabajo…. “¡No pasa nada… a bailar también!”
Pero la idea no es decir, “No pasa nada, me voy a bailar”, sino “No me ha gustado que me despidan, ojalá no hubiese pasado, pero no es el fin del mundo: aún puedo hacer millones de cosas valiosas; voy a disfrutar de mi vida”.
Hay una diferencia enorme entre lo primero y lo segundo. Si usas un diálogo interno no terribilizador, tus emociones negativas no son tan fuertes y tienes mucho espacio para la reconstrucción y la alegría.
El filósofo Epicteto ya enseñaba a no terribilizar en el siglo I, en Roma. El decía: “No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede”. Por ejemplo: Si te deja tu novia y te deprimes, no es porque te haya dejado. Es por lo que te dices: “¡Dios mío! ¡Estoy solo! ¡Nunca encontraré a otra!”.
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¿Qué pasa con la psicología cognitiva o racional con este padecimiento?
Esta psicología se llama cognitiva o racional porque trabajamos sobre las cogniciones o pensamientos que tenemos cada día. Y “racional” porque empleamos “razones”, “argumentos” sólidos. Como te lo tienes que creer; no vale con repetirse frases como un lorito. Tienes que cambiar de filosofía a nivel radical y entonces tus emociones cambian.
Por ejemplo: Si te deja la novia, puedes no deprimirte jamás. No te gustaría, pero en pocos días o semanas puedes estar on fire como siempre. ¿Cómo? Razonando contigo mismo con argumentos demoledores:
“Aunque esté soltero ahora, puedo hacer cosas valiosas por mí y por los demás. Puedo estudiar, hacer grandes amigos, hacer deporte, trabajar y hacer una labor brutal ahí… ¡Wow! ¡Aunque te haya dejado la novia… la de cosas brutales que puedes hacer! En la medida en que te concentres en ellas, serás mega feliz.
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¿Hay personas que consideran que no existe nada terrible?
Y son las más fuertes y felices. Hay millones de personas que no terribilizan JAMÁS, para las cuales no existe NADA terrible. Por ejemplo: Uno de ellos era Stephen Hawking, durante la mayor parte de su vida, no podía moverse en absoluto; ni hablar porque tenía una parálisis total por ELA. Pues él se decía a sí mismo que eso era una minucia, que él iba a ser súper feliz porque había cosas maravillosas que aún podía hacer: estudiar, investigar en Física, hacer grandes amigos, casarse, tener hijos, escribir libros, viajar por el mundo, etc. Él no necesitaba estar bien de salud para ser muy feliz. No necesitaba caminar, moverse o hablar.
¿Cuál es la pregunta que podemos hacernos siempre que estemos terribilizando?
Siempre que estés terribilizando te debes decir: “¿En qué medida esto que me sucede me impide hacer cosas valiosas por mí y por los demás?” Y verás que siempre puedes hacer cosas maravillosas.
Mientras no te mueras de hambre y de sed, déjate de tonterías, la vida es fantástica y tú puedes ser súper feliz. La filosofía cognitiva no consiste en pensar que todo es bueno. No, en la vida tenemos adversidades pero ¡no son el fin del mundo, la guerra nuclear! Y aunque lo mejor es arreglar tus asuntos, no es terrible si no lo haces.
Es decir, si no los arreglas, seguramente podrías ser exactamente igual de feliz que antes… sólo que con un poco menos de dinero o sin vacaciones de verano en Nueva York. Te has de dar cuenta que la mayor parte de las adversidades son solo “un poco malas”, pero nunca “terribles”.
Además, cuando no terribilizas y tus emociones son casi siempre buenas, resuelves mejor las situaciones que se te presenten en la vida. No estás preocupado, no tienes miedo: tienes ilusión y fuerza y se te ocurren soluciones maravillosas.
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El mito de la preocupación
En algún momento de nuestra infancia desarrollamos la idea de que es bueno preocuparse porque, de esa forma, nos ocuparemos de nuestras responsabilidades. Nos decimos interiormente: “Si no me preocupo, me olvidaré de solucionar el tema”.
Los padres suelen contribuir a esta creencia irracional advirtiéndoles a los niños de las terribles consecuencias de no cumplir con alguna responsabilidad. “¡Si no terminas tus estudios, acabarás como los indigentes en la calle! ¡Si sigues comiendo muchísimo, te pondrás gorda y nadie te va a querer».
Ese amor que tenemos por la preocupación es absurdo y nocivo. Los mejores ejecutivos del mundo se ocupan de multitud de temas al día y no se preocupan de ellos. Simplemente, ejecutan planes de acción y se divierten con ello.
¿Cómo sería la vida de un primer ministro si se tuviese que preocupar de los temas que despacha todos los días? Por lo tanto, grabemos en nuestras mentes la siguiente creencia racional: “Para ocuparse no es necesario preocuparse».
¿Todos podemos aprender este nuevo idioma interior?
¡Sí! Pero claro, tendrás que trabajarlo. Es como aprender un idioma nuevo. Decía Epicteto: la felicidad no depende de dónde estás sino cómo piensas tú: si no te quejas y aprovechas tus oportunidades.
Además, la terribilitis tiene el problema añadido: que se terribiliza no solo sobre las adversidades que nos han sucedido sino sobre las que podrían suceder… ¡así que podemos terribilizar sín límite!
Nos asustamos ante cosas que no han sucedido, pero que si sucedieran, sería “terrible”. Y claro, la imaginación no tiene límite. Pero la curación viene cuando dejas de terribilizar por cualquier cosa: por lo que podría pasar también.
Practica decirte esto: Si enfermo mañana pues aún podré ser feliz: podré hacer cosas valiosas como Stephen Hawking; así que en la medida de que me concentre en ello, mi vida será plena. Ya no le tengo miedo a enfermar. No voy a terribilizar ni por lo que me sucede ni por lo que me podría suceder.
Especialista: Rafael Santandreu. Psicólogo. Dirige el Centro de Terapia Breve con sede en varias ciudades de España: Madrid, Barcelona, Sevilla, etc. Ha escrito varios libros best sellers como El arte de NO amargarse la vida, y su nuevo libro No hagas montañas de granos de arena. Sus libros se han traducido a más de 30 idiomas.
IG: @Santandreurafael / YT: Rafael Santandreu Oficial / mail: contacto@rafaelsantandreu.es / WEB: www.rafaelsantandreu.es / Tel: +34 93 271 34 86 / (Lunes a viernes de 9h a 20h) / WA: +34 626 394 066
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